El Descubrimiento

El Descubrimiento

Por: Oscar Rodriguez

Amables lectores, tengan ustedes un buen día.

Ayer se cumplió un año más (el 532) a partir de la primera llegada de los primeros expedicionarios del sur de Europa a nuestro continente. Ya con anterioridad, exploradores del norte del viejo continente habían llegado hasta los territorios de lo que hoy es Canadá, pero estos viajes no tuvieron la misma relevancia que el llamado "Descubrimiento de América". El explorador nórdico Leif Erikson (Leifr Eiríksson aprox. 970 – aprox. 1020) es considerado uno de los primeros europeos que llegaron a Norteamérica. Leif fue el segundo hijo de Erik, el Rojo y nieto de Thorvald Asvaldsson.

Por ese tiempo ya se habían establecido colonias nórdicas en la isla de Groenlandia (en danés, Grønland, "tierra verde") la cual forma parte de la zona nororiental de América del Norte, aunque en la actualidad es una nación constituyente del Reino de Dinamarca que tiene una extensión territorial de más de dos millones de kilómetros cuadrados. Por cierto, hay historiadores que afirman que el nombre de esta enorme isla fue una estrategia para estimular la migración. Después de todo ¿a quién no le va a entusiasmar la idea de irse a vivir a un lugar llamado "Tierra verde"?

Según se dice, en uno de sus viajes, Leif fue desviado por una tormenta y terminó en un lugar al que llamaron Vinland (muy probablemente en Terranova) en donde se refugiaron por una temporada. Pudo reanudar su viaje hacia Groenlandia y al completar su jornada se le empezó a nombrar como "Leif el afortunado".

Eso fue en el norte de Europa y alrededor del siglo X. Avanzando cinco siglos, algunos historiadores afirman que existió una persona llamada Alonso Sánchez, "el prenauta". El padre Bartolomé de las Casas menciona que "Díjose que una carabela o navío que había salido de un puerto de España y que iba cargada de mercadería para Flandes o Inglaterra, o para los tractos, la cual, corriendo terrible tormenta, y arrebatada de la violencia e ímpetu de ella, vino diz que, a parar a estas islas y que aquesta fue la primera que las descubrió".

Ya en el siglo XVI, Pedro Mártir de Anglería menciona que habría sido en 1475 cuando, en la isla portuguesa de Madera (Madeira), un grupo de navegantes le narraron a Colón la aventura que habían vivido cuando una tormenta los desvió en su navegación y los había llevado hasta unas islas ubicadas hacia el oeste.

El escritor Gómez Suárez de Figueroa (renombrado como Inca Garcilaso de la Vega) también menciona que había escuchado desde su niñez relatos acerca del prenauta. De acuerdo a su versión, los navegantes habrían sido recibidos con amabilidad por nativos de una isla (probablemente la Española) en donde procedieron a preparar el viaje de retorno, el cual completaron en la población de Porto Santo, que era en donde residía Colón en ese tiempo.

Y a pesar de que es un personaje histórico cuya existencia aún se debate, en la ciudad de Huelva existen varios monumentos erigidos en honor a este navegante.

Cierta o falsa la existencia del prenauta, hemos llegado al siglo XV. Los turcos se han apoderado de Constantinopla lo cual afecta el comercio de los países europeos con los asiáticos. Se hace necesario tener unas rutas alternativas. La opción de rodear el continente africano existe, pero el viaje es largo y la navegación en el extremo sur del continente es riesgosa.

Hacia fines del siglo, se logra por fin la expulsión de los árabes de la península española. La corona puede patrocinar una expedición que busca una ruta alterna para facilitar el comercio con los países asiáticos.

A principios de agosto de 1492 parte la expedición al mando de Cristóbal Colón. En las islas Canarias debe ser reparado el timón de la "Pinta". El 16 de septiembre los exploradores alcanzan el mar de los Sargazos. ¡Qué buena suerte que en plena temporada de tormentas tropicales ninguna se le presentó en su trayectoria! El 6 de octubre habían recorrido, según las cuentas de los pilotos, unas 800 leguas, según las de Colón eran más de 950. La tripulación daba muestras de impaciencia.

Y es que si aún en la actualidad, y con los adelantos científicos y tecnológicos de que disponemos hay grupos de personas que siguen la creencia de que la Tierra es plana y no esférica. Imaginen ustedes, amables lectores, la angustia que deben haber sentido aquel grupo de marineros quienes seguramente habían tenido acceso limitado a la educación, al navegar por semanas hacia lo que muchos de ellos estaban convencidos de que era el borde del mundo.

Finalmente, el 12 de octubre llegan a la isla llamada "Guanahaní". En diciembre la "Santa María" encalla. Con su madera se construye el "Fuerte Navidad". En enero, las dos naves restantes regresan a Europa pero una tormenta los obliga a separarse. La "Pinta" llega a Galicia a finales de febrero y la "Santa María" llega a Lisboa a principios de marzo. El descubrimiento se había completado.

Colón participaría en tres viajes más, pero nunca se dio cuenta de que había llegado a un territorio que no aparecía en las limitadas cartografías de la época. Las coronas de Portugal, Aragón y Castilla contaban ahora con vastas extensiones de terreno por explorar y explotar. Se formó España, la cual llegó a tener una extensión territorial cercana a los 20 millones de kilómetros cuadrados bajo su dominio a finales del siglo XVIII.

Me quedan algunas otras cosas que quisiera comentarles, pero eso será la próxima vez.

Que tengan ustedes una excelente semana.

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