Luto en el Vaticano

Luto en el Vaticano

Por: Oscar Rodriguez

Amables lectores, tengan ustedes un buen día.

El pasado lunes amanecimos con la noticia del lamentable fallecimiento del Papa Francisco. Descanse en paz.

Nacido en Buenos Aires, Argentina en diciembre de 1936, Jorge Mario Bergoglio había ocupado a partir de marzo de 2013 el lugar en el que anteriormente había estado el Papa Benedicto XVI. Esto me hizo recordar el primer domingo de agosto de 1978. En esa ocasión, la mala noticia fue el fallecimiento del Papa Pablo VI.

Al día siguiente fue mi primer día en la preparatoria y el maestro de filosofía hizo referencia a las profecías de San Malaquías. Aquí quisiera aclarar que a finales del siglo pasado (que coincidentemente marcaba también el final del milenio) había cierta inquietud entre los integrantes de un segmento de la población debido a que, de acuerdo con publicaciones de diversos profetas, por esas fechas ocurrirían sucesos muy desafortunados que habrían de afectar la vida de muchos de los habitantes del planeta.

Entre los vaticinios más conocidos estaban las cuartetas de Miguel de Nostradamus, conocidas como "Las Centurias". En especial la cuarteta 72 de la décima centuria, la cual señala: "El año mil novecientos noventa y nueve, siete meses, Del cielo vendrá un gran Rey de terror: Resucitar el gran Rey de Angolmois, Antes después Marte reinar por dicha."

Recuerdo que a medida que se acercaba la fecha señalada, algunos escritores interpretaban con un amplio abanico de posibilidades, el significado de la cuarteta señalada. Una vez me tocó leer un artículo en el que el papel del Rey del terror le era asignado la sonda Cassini, la cual llevaba tres generadores termoeléctricos de radioisótopos que producían electricidad a partir de la desintegración espontánea de plutonio radiactivo. La sonda había sido dirigida hacia Venus para aprovechar un impulso que la gravedad de este planeta le daría, pero esto provocaría que Cassini pasara cerca de la órbita terrestre con su peligrosa carga alrededor de julio de 1999. Todo parecía cuadrar, pero cuando nada sucedió, me tocó leer una forzada explicación según la cual el año 1999 mencionado en la cuarteta no necesariamente se refiere al año calendario, sino que podría ser el año a partir ya fuera del Concilio de Nicea o del Concilio de Trento. En pocas palabras, habría que esperar entre 325 y 1550 años para comprobar la cuarteta señalada.

Sin embargo, la fama de Nostradamus se ha mantenido. Recuerdo que en septiembre de 2001 se viralizaron cuartetas falsamente atribuidas al profeta francés que describían con mucha exactitud el atentado a las Torres Gemelas.

Al acercarse el año 2012, regresó la inquietud al marcarse el cambio de los tiempos según el calendario maya (muchas veces acompañado de la imagen del calendario azteca) lo que de alguna manera señalaba el fin del mundo. Otra vez, nada pasó.

Hasta a las pirámides de Egipto les fueron señaladas propiedades proféticas. Recuerdo que había un libro llamado "Dramáticas profecías de la Gran Pirámide" el cual fue un éxito de librerías. Nuevamente se señalaban una serie de catástrofes que simplemente no ocurrieron.

Pero San Malaquías en 1978 era para mí algo novedoso. Se trata de un arzobispo irlandés del siglo XII, conocido por sus visiones sobre los futuros papas. Según la leyenda, Malaquías tuvo una serie de revelaciones mientras estaba en Roma en 1139, las cuales publicó en un documento conocido como "Profecías de los Papas".

Estas profecías consisten en una lista de lemas o frases en latín, cada uno representando a un papa el fin del mundo. Los seguidores de estas profecías creen que Malaquías predijo con precisión la sucesión de papas y algunos eventos significativos durante sus respectivos reinados. Sin embargo, la autenticidad y precisión de estas profecías han sido objeto de debate y escepticismo, especialmente entre los historiadores y teólogos.

Los lemas correspondientes a los papas más recientes son: Pastor et nauta (Pastor y navegante) - Juan XXIII, Flos florum (Flor de las flores) - Pablo VI, Medietate lunae (La mitad de la luna) - Juan Pablo I, De labore solis (Del trabajo del sol) - Juan Pablo II, Gloria olivae (Gloria del olivo) - Benedicto XVI y finalmente "In prosecutione extrema S.R.E. (Sacræ Romanæ Ecclesiæ) sedebit." Francisco.

Luego hay una narración: "Pedro el Romano que apacentará las ovejas en muchas tribulaciones, tras lo cual la ciudad de las siete colinas (probable alusión a Roma) será destruida y el Juez Terrible juzgará a su pueblo. Fin".

Sin embargo, a fines del siglo XVII se publicó una refutación de las profecías de San Malaquías. El padre Claudio Francisco Menestrier presentó una serie de argumentos que cuestionaban la autenticidad de los vaticinios.

El fin del mundo resulta un tema al mismo tiempo aterrador y fascinante. Cierto que, nunca se habían tenido los medios para una destrucción total, pero confío en que, llegado el momento, de algún modo se evitará el conflicto final.

Me quedan algunas otras cosas que quisiera comentarles, pero eso será la próxima vez.

Que tengan ustedes una excelente semana.

Salir de la versión móvil