FUERA DE CONTRATO

La semana que hoy arranca será un poco tranquila en el aspecto sindical, la raza sigue preparando los regalos de navidad

Por: El Eventual

La semana que hoy arranca será un poco tranquila en el aspecto sindical, la raza sigue preparando los regalos de navidad, lo que resta del año la cosa seguirá igual hasta enero cuando regresen al recinto sindical en busca de apoyo para un préstamo o anticipo de salario.

En este sentido el vocero Carlos Garza Bernal, reitera su llamado a la raza de evitar acudir crudos,  desvelados y con aliento alcohólico, conforme se acerca fecha de posadas  aumenta la vigilancia en las puertas de entrada, por eso aguas con un error u omisión, podría costarle problemas.

Por ello la recomendación es que mejor se abstengan de  acudir en condiciones no apropiadas, la recomendación es buena tomando en cuenta que es por el bien de las familias y la seguridad en su fuente de trabajo, no vale la pena arriesgar siempre habrá momentos para compartir.

Así que la raza tiene el compromiso de atender la recomendación del vocero, tanto en no acudir en condiciones no apropiadas como de ser posible dejar un guardadito, la cuesta de enero es pesada por completo, incluso  se estira hasta marzo o abril, el incremento de precios no se detiene.

Y hoy como todos los lunes el fiscalista Cesar Villarreal Ramos, comparte esta bonita reflexión, es la historia de un campesino que sobrevivió vendiendo agua en un mercado, por ello la recomendación es leer con calma poner atención y eso permitirá la reflexión, adelante con la lectura.

Cada mañana un campesino colgaba un palo en su espalda y ponía una olla a cada lado, después de llenarlas las llevaba al centro de la aldea donde vendía el agua que tenían dentro, pero una de las ollas que utilizaba estaba rota, el campesino no dejó de usar esa olla, optó por usarla en el primer viaje del día al pozo junto con otras en buen estado, cada una colgada de un lado del palo de la espalda.

Cuando el campesino llegó al mercado parte del agua de la olla rota se había agotado, de esa manera pudo cumplir la mitad de lo acordado ganando solo por la olla que no desperdiciaba agua, las otras vasijas al darse cuenta de la situación empezaron a hablar entre ellas, no podían entender la actitud del hombre, estaba perdiendo.

En medio de esta situación, la olla comenzó a sentirse triste, avergonzada porque estuvo con el campesino muchos años siempre ayudando hasta que apareció un defecto en su cuerpo, se veía como una inútil, sentía que el campesino la utilizaba por lástima y no lo consideraba correcto eso le impedía mantener sus ingresos necesarios.

Las ollas en buen estado cuestionaban al campesino le pedían remplazar la olla pero el campesino no tomó en cuenta la petición, a menudo su única reacción era tomar semillas de sus bolsillos y esparcirlas a lo largo del camino, todos los días hacía lo mismo, tirar semillas en su recorrido.

Un día la olla rota le dijo que se sentía mal que prefería se desechada antes que convertirse en una carga, el campesino le respondió con una sonrisa y le dijo que nunca pensó en deshacerse de ella le era útil a pesar de que perdía dinero porque la olla se encontraba rota y tiraba el agua.

El campesino le pidió esperar al día siguiente ye diría porque era tan valiosa, ese día llegó y el campesino le dijo a la olla estar atenta y observar ambos lado del camino del pozo, ella obedeció no se dio cuenta de mucho y a llegar al pozo le dijo a su compañero que no tenía respuesta.

El campesino  le dijo desde que te quebraste se me ocurrió la idea esparcir semillas a lo largo del camino, esa semillas son regadas por ti y ahora que crecieron además del bello paisaje  puedo recoger unas plantas y venderlas a un precio más alto que el agua, la olla entendió  su valor  y nunca más se sintió triste, aprendió la importancia que tenía para su compañero

Queridos lectores todos tenemos la gran misión de nunca dejar de creer en tu propio valor

Buena reflexión verdad.

Dios los  bendiga

Nos leemos mañana..

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