Por El Eventual.
Por: El Eventual
La semana que hoy arranca será un poco movida en el tema social, es cuestión de recordar que arranca el ciclo escolar por lo tanto aumentará la movilidad no solo en planteles también en la zona comercial, se espera mucho movimiento después de dos años de asueto por la pandemia.
En este sentido el vocero de la Sección 147 Carlos Garza Bernal, recomienda a padres, maestros y alumnos actuar bajo la nueva normalidad, el nuevo estilo de vida que nos quedó desde la aparición del Virus, el Covid, que aún merodea por todos los sectores por lo tanto es obligado aplicar los protocolos sanitarios.
Uso obligado de cubre bocas, además aplicar la sana distancia, sobre todo a la hora del receso recreo, entender que no pueden estar juntos, hay que guardar distancia por ser la manera de seguir protegidos y no pasar a las estadísticas de contagiados, prevenir es tanto como cuidar su salud y vida.
Por ello el vocero sindical insiste que los protocolos sanitarios no se pueden hacer a un lado, aquí en este tema todos tienen algo que aportar para proteger la salud, evitar contagiarse y quien no tenga las vacunas aplicárselas está comprobado que si deja buenos resultados, así que a cuidarse no hay de otra.
Y hoy como todos los lunes el fiscalista Cesar Villarreal Ramos, comparte esta bonita reflexión, muy interesante por los tiempos actuales, en cierta forma va dirigido a padres de familia e hijos un aprendizaje por completo, esperando que después de la lectura se pongan a reflexionar.
¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café? Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. Cada vez que solucionaba un problema, aparecía otro. No sabía cómo hacer para seguir adelante. Estaba cansada de luchar y consideraba darse por vencida.
Su padre era un chef y la llevó al restaurante donde trabajaba. Allí, sin decir palabra, llenó tres recipientes pequeños con agua y los colocó sobre el fuego. En cuanto que el agua hervía, colocó una zanahoria en uno; un huevo en otro, y unos granos de café en el tercero.
La hija esperó pacientemente preguntándose qué estaría haciendo su padre.
A los veinte minutos, el padre apagó el fuego. Sacó la zanahoria y el huevo y los puso en un plato. El café lo dejo en el recipiente. La hizo acercarse y le pidió que tocara la zanahoria y notara como era. Ella lo hizo y reportó que estaba blanda.
Luego le pidió que rompiera la cáscara del huevo y notara como era el huevo. Ella lo hizo y reportó que estaba duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma y sabor Su hija le preguntó: «¿Qué significa esto, Padre?»
Él le explicó: «Los tres elementos enfrentaron la misma adversidad: agua hirviendo. Pero cada uno reaccionó de manera diferente:
La zanahoria llegó al agua fuerte y dura; pero se volvió blanda y débil. El huevo había llegado al agua frágil, protegido solo por su cáscara; pero se volvió duro. Los granos de café, sin embargo, eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el agua.
¿Cuál eres tú?, le preguntó a su hija. «Cuando la adversidad llega a tu puerta, ¿Cómo respondes? ¿Cómo eres tú? ¿Eres como la zanahoria que con la adversidad de una separación o un despido te vuelves débil?» O ¿Eres como el huevo que comienza con un corazón blando y espíritu fluido, pero después de una muerte o un divorcio; te vuelves duro y rígido?
¿O eres como un grano de café que bajo la adversidad saca su mejor esencia y enriquece su Ser y su vida?» ¡Cuantas personas que se jactan de su dureza desfallecen ante la primera contrariedad…! Otras en cambio inesperadamente, pareciendo débiles, se fortalecen en los conflictos; muy pocos, en cambio, son capaces de superar las causas del dolor con una reacción positiva, inesperada, armónica, para bien de todos.
En vez de maldecir la temperatura del agua podríamos investigar la calidad de nuestra respuesta. El aroma del buen café impregna, es inconfundible, neto, siempre bien recibido.
Recuerda todo lo que te sucede en la vida es por alguna razón, sólo necesitas descubrir su motivo y aprender de ello.
Buena reflexión verdad
Dios los Bendiga
Nos leemos mañana.