Por: Staff / La Voz
Ahora resulta que los pájaros les tiran a las escopetas con eso de que a algunos regidores les ha dado por cuestionar las acciones que emprenden sus jefes.
Lo lamentable es el hecho de que emprenden acciones fuera de tiempo, sin facultades y en plena demencia por aquello que todo se les olvida.
Sucede en el municipio de San Buenaventura donde al final de la administración les ha dado a los regidores grillos aquellos a los que el alcalde “La Pólvora” les ha llamado alumnos libres por aquello de que se aparecen en la presidencia cuando se acuerdan de que tienen un cargo público y a firmar su boleta de nómina. Porque lo demás se les borra del mapa cerebral.
Lo más lamentable es que con sus declaraciones demuestran desconocer la ley y que en estos cuatro años que están por finalizar no se tomaron la molestia de hojear, ya no decimos de leer el Código Municipal del que ya demostraron que desconocen por completo.
Si la cuestión es la venta de los autos chatarra pues los “alumnos libres” lo agarraron de bandera para tener sus dos minutos de fama y echarse a dormir, porque se dieron cuenta a tiempo, para ellos que como siempre metieron la pata.
Es de humanos señalar los errores de los demás y más de los funcionarios públicos pero más efectivo sería tener fundamentos para hacerlo, pero no en ese pueblo es más el ruido que hacen que las nueces que truenan.
Al respecto, el alcalde Óscar Flores Lugo dejó en claro que carga con la responsabilidad de lo que suceda por la venta de chatarras y que le digan lo que se les antoje a los legionarios malévolos, él no va a cambiar asi que háganle como quieran.
La verdad de las cosas el asunto no era para tanto pues las mentadas chatarras que vendió el Edil no servían más que para estorbar y ni valía la pena convocar a reunión porque igual los alumnos libres para nada le iban a apoyar, pero en fin ya consiguieron que ignorantes como ellos les presten atención…… para nada.
En fin que a pocos meses de que se acabe el buen sueldo que reciben nunca aprendieron a hacer las cosas bien.
¡Ah! pero eso sí, ya las hay que andan de redimidas queriendo resarcir el daño que le hicieron hasta a su imagen.