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Por: Elisa Zenaida Morales

Las frustraciones en los niños; cómo apoyarles.

Como padres y educadores lo que más queremos es que los niños sean siempre felices y no se sientan tristes o frustrados pero atravesar por diferentes emociones es parte de una etapa natural, esencial y necesaria en nuestro ser que no se puede ocultar y vivir sin ella, la cual nos enseñara a apreciar y agradecer por todos los momentos felices.

La frustración, puede definirse como un estado de emoción que a menudo experimentamos en la vida al vernos privados o imposibilitados de poder satisfacer un deseo o una necesidad en el momento sentido, y que a menudo se acompaña de sentimientos como tristeza, angustia o, en el peor de los casos, ira.

La frustración es un sentimiento profundo que nos indica muchas veces que algo no está en paz en nuestro interior, pero a la vez es una emoción que puede enseñarnos como interpretar otros valores.

Los niños en ocasiones tienen dificultad para poder expresar lo que sienten incluso para comprender los sentimientos de los demás por lo que es importante apoyarlos y platicar sobre sus emociones, hacerles ver que todos nos sentimos así algunas veces y que es bueno abrazar esta emoción para calmarla y dejarla ir.

Cuando la frustración invade nuestro interior podemos pensar que la vida es demasiado injusta con nosotros, pero la realidad es solo una manera diferente de interpretar la vida. El camino a la felicidad está lleno de momentos tristes, de desilusión, fracaso, angustias, injusticias etc... Por lo que estamos seguros que la emoción de sentirse frustrados será solo una manera de exteriorizar emociones y parte de un crecimiento.

Las frustraciones en los niños se pueden manifestar de varias formas como puede ser; cansancio, tristeza, indiferencia, irritables, inapetentes, dormilones, sensibles, ansiosos, desesperados y con falta de sueño.

  

Este tipo de emociones les enseña a los niños a experimentar, que a veces se pierde y a veces se gana, es normal sentirse frustrados, que es una emoción temporal.

Las frustraciones son emociones que no deben reprimirse, castigarse, oprimirse, forzarlo, restarle importancia o burlarse, en caso de que se reprima los niños tendrían consecuencias negativas, como por ejemplo: mal comportamiento, mala comprensión de los sentimientos, poca tolerancia a la frustración, por lo que es muy importante explicarle que es una emoción que se termina pasando cuando consigue entenderla, afrontarla y aceptarla.

Apoyemos siempre a nuestros niños a saber canalizar y comprender el desánimo desde temprana edad  ya que solo les ayudara a fortalecer sus  valores y enseñanzas primordiales durante toda su vida.

“Que las frustraciones se conviertan el día de mañana en grandes inspiraciones”

 *La autora es Licenciada en Educación Inicial, Instructora de Estimulación Temprana, directora de la Institución Educativa Peek-A-Boo Learning Center. Contacto: em33@hotmail.com Facebook Elisa Zenaida Morales, Instagram: ElisaZenyMorales

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