Por: Alejandro Moreno
Morena volvió a mentir a la sociedad mexicana.
Cuando en octubre del año pasado prometió que tras desaparecer 109 fideicomisos crearía un mecanismo más eficiente que el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) para atender las emergencias suscitadas por fenómenos naturales y antropogénicos, lo cierto es que no tenía ningún proyecto ni plan para hacerlo. Muestra de ello es que hasta el momento no existe y no sabemos en qué se gastó esos cuantiosos recursos.
Pero las inclemencias no conocen de consignas políticas ni de caprichos, sino de realidades, y hoy lamentablemente han golpeado a numerosas entidades de la República sin que exista la capacidad ni vocación gubernamental por atender de forma inmediata a la población afectada.
Entre 1996 y 2020 el Estado Mexicano etiquetó año con año recursos públicos no solo para contrarrestar los devastadores efectos de fenómenos naturales y humanos, sino también para prevenirlos y aminorarlos. El vehículo presupuestario para cumplir con ese cometido se llamó Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), el cual no conocía de colores partidistas ni criterios políticos, sino de necesidades sociales y reglas básicas de funcionamiento.
Al tener una doble finalidad: preventiva y restauradora, los recursos eran distribuidos entre el Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (FROPEDEN) y el FONDEN para la reconstrucción. El primero se encargaba de promover actividades de evaluación y reducción de riesgos, mientras que el segundo se enfocaba a costear de manera inmediata las labores de rehabilitación y reconstrucción de viviendas de la población de bajos recursos y de la infraestructura federal, estatal y municipal que hubiese sido afectada, además de la recuperación y limpieza de selvas, áreas naturales protegidas, ríos y lagunas.
Hoy el gobierno de Morena los ha desaparecido y en su lugar ha provocado sufrimiento, desconsuelo, hambre y frío.
Con partidas rasuradas y retrasos en las entregas presupuestales, los gobiernos estatales y municipales están solos en la atención de la población más vulnerable ante huracanes, temblores e inundaciones, la cual debe esperar a que los servidores públicos federales decidan acudir a las zonas afectadas para levantar un censo, que transcurran tres o cuatro semanas, sea palomeada o no y siga esperando. Ése es el grado de negligencia de Morena.
Por ello, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) exige el restablecimiento del FROPEDEN y del FONDEN como piedra angular de la protección civil en México y mitigación del impacto al medio ambiente de proyectos tan dañinos como una refinería y un tren.
Dolorosas lecciones que confirman, día con día, que el gobierno de Morena no tiene rumbo, no tiene plan ni tiene futuro.
*Presidente Nacional del PRI.