Facebook se cae

La triple caída del palo de internet y sus efectos económicos.

Por: Florencio González Alonzo de León

La teoría de los fantástico de Tzvetan Todorov nos habla que en la literatura fantástico existen tres líneas: Lo insólito, lo maravilloso y lo fantástico. Lo insólito es lo que pareciera algo fantástico, pero al final del cuento, novela o fabula tiene una explicación lógica. Lo maravilloso es por otra parte un suceso igual de fantástico, pero nunca se explica en la trama, como los milagros. Y lo fantástico propiamente dicho es una amalgama de los dos. Dicho, esto verdaderamente fue algo insólito lo que paso hoy en el mundo, la caída universal de las tres principales redes sociales, Facebook, Instagram, y WhatsApp. Un hecho, que rallaba en lo kafkiano y lejos de ser un evento que no permitiera que la tía posteara sus buenos días con un piolín o que el soltero posteara sus memes habituales, fue una demostración de como una empresa privada esta tan compenetrada en la vida de un enorme segmento de la población. El servicio que da este conglomerado del Sr. Mark Zuckerberg podría ser fácilmente la tercera nación más poblada del mundo. Pero con una recopilación de datos, que ya hubiera querido tener el gran hermano de George Orwell en 1984. Saben cada cosa de nosotros, nuestros amigos, nuestros gustos, nuestra educación y nuestros secretos. Pero esto lejos de abordarlo de lo ético y lo moral, y soslayando que este escrito se vuelva un meta-articulo a lo Quijote si lo publico en Facebook. La importancia de estas tres plataformas para las economías de sus usuarios es el propósito de este artículo.

Todos conocemos a alguien o muchas personas que usan Facebook, WhatsApp y en menos proporción Instagram para comerciar. Venden, compran, cambian productos millones quizás ciento de millones de bienes a diario. Pero hoy por 7 o 9 horas a estos comerciantes de las redes les fue imposible vender. Y es esta perdida en la que se debería de analizar y como afecto en el PIB de las naciones de los usuarios. Si bien fue solo algunas horas, deberían de ser millones de dólares, los que no se comercializaron, a falta de datos para poder estimar no me atrevería dar un numero a priori de tal perdida para la economía mundial. Pero lo que si podemos ver es la gran importancia que tiene esta empresa privada en el PIB mundial, y no es poca cosa que deliberadamente y sin darnos cuenta como individuos y como economía dependemos de estas redes sociales para intercambiar y comerciar bienes. Y es esta gran importancia la que me hace preguntarme si esta gigantesca externalidad negativa ocurrida hoy en la economía mundial, quien es el responsable de internalizarse. Muchos dirán que es una cuestión de la operatividad interna de una empresa privada, pero esta empresa priva afecto a muchas economías y de haberse prolongado hubiera causado un daño económico más grande a la economía mundial. Pero a pesar de ser un efecto universal ningún país, tenía las herramientas para internalizar y corregir este error en el mercado. ¿Entonces debería el Estado regular más a las empresas de redes sociales? Seguramente los fundamentalistas de mercado dieran que no, que laissez faire y que viva Milton Hayek-Milei por otra parte los de ala izquierda dirán que sí, hay que regular estas plataformas. Pero la verdadera cuestión que la interacción de los consumidores con las plataformas de rede sociales y el inminente meta universo, serán espacio donde los gobierno y sus políticas económica no tendrán acceso. Serán economías completamente autónomas, que no necesariamente estas sean liberales económicamente, pues cualquier plataforma de redes sociales o incluso un meta universo virtual existe solo con la máxima de dar benéficos a sus dueños. Y no a dar un campo propicio a lo ricardiano para el comercio mundial. Sera interesante ver como estas pequeñas economías virtuales evolucionan en este siglo, lejos actualmente de la mano del Estado.

Gracias.

*El autor es originario de Ciudad Frontera Coahuila, egresado del Tec de Monterrey, columnista de la revista Contrapunto, es especialista en temas económicos y de política monetaria, así como en el mercado de capitales y derivados.

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