Una serie de variables económicas convergen en el aumento del precio de la tortilla.
Por: Florencio González Alonzo de León
Las tortillas de oro
Una serie de variables económicas convergen en el aumento del precio de la tortilla.
Hay una escena en el clásico de Disney Pocahontas donde el aventurero John Smith, le pregunta a la princesa de la etnia Powhatansu acerca de un bien valioso de color amarillo que sale de la tierra, la bella Pocahontas piensa que es el maíz, ese cereal tan valioso para los nativos americanos, pero no el inglés se refería a oro.
Desde hace milenios el maíz ha sido el sustento de la civilización mesoamericana como lo fue el arroz para Asia, y el trigo para el mediterráneo. Se consume desde antes de la conquista y durante la colonia, y aun en este México independiente sigue siendo el principal alimento del mexicano.
Pero ahora, por si no fuera mucho el golpe al bolsillo de la pandemia COVID 19 pues todo parece indicar que el precio sobrepasara los 20 pesos por kilo en las próximas semanas.
Y esto se debe a la convergencia de varios factores, el primero al mercado del maíz blanco su principal insumo, que ha estado fluctuando durante la pandemia, y en el trimestre del 2021 teniendo importantes aumentos, debido a una sequía en temporales en Sonora y Sinaloa además también en Brasil aunada a un acaparamiento por parte de los intermediarios que prevén el aumento de la demanda de este grano por el mercado chino.
Además por si esto fuera poco en México se está estimulando la siembra del maíz amarillo un insumo para la industria agropecuaria del cual somo deficitarios, pero lo que no se tomó en cuenta es que partiendo de la perspectiva fisiócrata y teoría ricardiana, el uso de la tierra es finito y decreciente, entonces al dar mayores beneficios al maíz amarillo, este provocara un efecto sustitución sobre le maíz blanco para su siembra en el corto plazo, pues si bien en el largo plazo el aumento de la demanda y precios más atractivos, casaran que se vuelva a sembrar maíz blanco.
Pero indudablemente en ese tiempo entre periodos, el daño al gasto familiar por medio de un bien tan necesario será muy duro para un gran sector de la sociedad, que podrá optar por sustitutos o podrá quizás experimentar un efecto muy peculiar en la teoría economía que es el bien giffen, el aumento de las tortillas, hacen relativamente más pobre a los consumidores que estos lejos de optar por un sustituto cercano, aumentan el consumo del bien encarecido. Sea como sea, el 2021 será un año malo para los consumidores y los pequeños empresarios de los cientos de miles de tortillerías que hay por todo el país.
Esperemos que el gobierno pueda intervenir en este fallo de mercado ya sea con subsidio o subvenciones, y con ello evitar pujar mas la inflación que es el gran devorador del pobre.
Gracias