Toda una alcaldesa

Toda una alcaldesa

Por: Manuel Durán Flores

La que está sacando la casta por las damas alcaldesa es Sara Irma Pérez Cantu Presidenta Municipal de Ciudad Frontera quien se ha mantenido al.marhen de chismes, grillas y de más entierros que algunas otras simple y sencillamente han pasado por alto

La sobriedad, la mano fina Pero sobre todo el cumplimiento de su palabra hace que la dama que gobierna la ciudad del riel se halla ganado a propios y extraños pues reconocen su temple y valía.

Por cierto gran detalle que tuvo Sara Irma en reconocer a los compañeros de los medios de comunicación a quienes convocó a un concurso de periodismo y los reconocerá pasado mañana en ian cena que preparo en exclusiva a los compañeros reporteros.

Pero hay que ser justos también y reconocer que Sara Irma tiene una valiosa aliada que se encarga como directora de Comunicación a una mujer que le sabe y sin tanto aspavientos a sacado su chamba sin presunción ni tanto rollo ella es la siempre atenta María Antonieta Molano, "More" como le decimos quienes le conocemos.

Y es que a diferencia de "otros" directores que simulan hacer si chamba y a falta de ingenio, creatividad y conocimiento del funcionamiento de su responsabilidad se la pasan de lo lindo haciendo como que hacen cuando todos sabemos que no hacen nada, eso si caritas y payasitos Pero eso sí: irresponsables.

Así que sin más Felicidades a Sara Irma por el detalle a los compañeros reporteros e igual va un reconocimiento a More por su excelente trabajo.

EN LO OSCURITO

Allá en el rincón de una sede casi a oscuras para que nadie los viera, ándele así como le hacen los ladrones hace unos días tomaron protestas como Dirigente del Partido Acción Nacional (PAN)  o lo que queda de el, Elisa Maldonado como Presidenta y Rodrigo Rivas Urbina como Secretario General.

Ambos personajes que llegan más cuestionados que nadie por la forma tan burda en que amañaron la elección donde resultaron electos, no tuvieron más remedio que hacer un evento en dónde todo mundo brillo por su ausencia pues saben que nadie, absolutamente nadie les dará un respaldo a esa contaminada elección.

Pésima labor hizo antes de eso el diputado local, el mentado Gerardo Aguado alias "Quillo" quien intentó meter paz y hacer que algun panista hiciera acto de presencia z según el estaba operando para  "cicatrizar heridas" recibiendo a una "patada" en salva sea la parte pues todo mundo sabe que el fue artífice del fraude que llevo a Elisa a esa dirigencia dónde seguros están los panistas que terminara por pisotear lo que aún queda del PAN en Coahuila, eso nadie lo duda.

LA OBSESIÓN DE TRUMP

Ha construido clubes lujosos y rascacielos con incrustaciones de oro. Ganó la Casa Blanca no una, sino dos veces. Ha aprovechado su poder para vengarse de opositores políticos, ejecutivos de empresas y líderes mundiales.

Sin embargo, hay un galardón que se le ha escapado al presidente Donald Trump, y el líder del mundo libre no ha ocultado su molestia por lo que considera un desaire.

"Nunca me darán un Premio Nobel de la Paz", dijo Trump el mes pasado durante una reunión con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en el Despacho Oval. "Es una lástima. Me lo merezco, pero nunca me lo darán".

Durante casi una década, Trump se ha quejado tanto en público como en privado de que aún no ha ganado el prestigioso premio. Ha mencionado el premio decenas de veces en entrevistas, discursos y mítines de campaña que se remontan a su primer mandato. Y mientras presiona para lograr acuerdos de alto el fuego en Ucrania y el Medio Oriente, sus asesores actuales y anteriores afirman que el premio ocupa un lugar preponderante en su mente.

"El Premio Nobel de la Paz es ilegítimo si al presidente Trump, el presidente de la paz por excelencia, se le niega su legítimo reconocimiento por traer la armonía a todo el mundo", declaró en un comunicado Steven Cheung, director de comunicaciones de la Casa Blanca.

En muchos sentidos, la lucha pública de Trump por el premio refleja su interés por los galardones, los elogios y la aceptación, así como su ardiente deseo de superar a sus predecesores. El presidente Barack Obama ganó el premio menos de nueve meses después de asumir el cargo en 2009 por enfrentarse a "los grandes desafíos climáticos", una decisión que suscitó controversia en todo el mundo.

Al aceptar el premio, Obama señaló que sus "logros son escasos" en comparación con los de otros galardonados. Trump no lo ha olvidado, y sigue esperando su invitación a Noruega.

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