Por: Jesús Guajardo
Este 19 de marzo, día de los Pepes.
Festejamos hoy al señor San José de Nazaret, descendiente de la casa del rey David, maestro del martillo y del serrucho, carpintero él, esposo de María, causante de que a los Joseses les llamemos cariñosamente Pepes, “PP” por ser Padre Putativo, o sea Padre Postizo de mi tocayo Jesús de Nazaret.
Cuando el rey Herodes el Grande ordenó matar a todos los niños, José se llevó a María y su pequeño a Egipto, años después que andaban de visita en Jerusalén y se les perdió el niño, hasta que don José lo encontró platicando con los sabios doctores del templo.
Hoy en su día felicitamos a los Pepes de las letras mayúsculas: José Revueltas, José Agustín y José Saramago; felicitamos al mejor artista que ha dado México, inventor la jocosa cultura de la muerte con su catrina garbancera, don José Guadalupe Posada maestrazo grabador y monero, y también al gran muralista de una mano, don José Clemente Orozco y a Juan José Arreola, ambos nativos de Zapotlán el Grande, Jalisco.
Felicito al niño que nos hace reír en todo México: Pepito y sus ocurrentes chistes, los colorados sobretodo. A doña Josefa Ortiz, corregidora de Querétaro y a la constitución de Cádiz, que era Pepa también.
A los Pepes más briagos: José Napoleón, hermano mayor de los Bonaparte, a quien sus amigos le decían el Pepe Botellas; felicito a quien se bebió todas las de José Cuervo y lo sacaban también de cuervito del Tenampa, el mejor cancionero que ha conocido el mundo, don José Alfredo Jiménez y al finadito doblemente Pepe y doblemente briago con su voz maravillosa José José.
Felicito al que se quedó dormido: José el Soñador, a Pepe el Toro y su llorado Torito; abrazo a los José Marías, pero más a las María José, a Pepeluis, Pepetoño, a Chángel, y a la mujer más fina Josefina; a mis amigos Pepes y Pepas que no mencioné pero saben que esta nota es para ustedes, y los miles y miles de Pepes que no acabaría de enunciar.
Saludos al niño Fidencio en Espinazo y sus cajitas, en donde hay festejo en esta fecha; a todos los pepenadores precursores del reciclaje; recordamos a Chema Tamales con su Sal de Uvas y el cancionero Picot; al seductor que todos llevamos dentro, Pepe le Pew. Pepino y peperoni, pepitas de calabaza, pero más, más, más de las pepitas de oro.
Un especial saludo al Dr Pepe Villela, de profunda raíz monclovense, aquel joven al que una mañana le cayó un camión con toneladas de basura encima, y se transformó en un ser maravilloso.
A mi papá Pepe Guajardo, lo abrazo hasta allá arriba en el cielo, en donde vestido de charro estará pensando… de dónde me salió este hijo pintor?
Por último al vecino Joe Biden, cuídese de Putin, es peligroso el tipo ese.