LABERINTO

La labor periodística te relacionarte con muchas. Personas políticas, funcionarios gente de muchas partes y muchas veces te toca con muchos de ellos te hace tejer una relación amistosa.

Por: Manuel Durán Flores

La labor periodística te relacionarte con muchas. Personas políticas, funcionarios gente de muchas partes y muchas veces te toca con muchos de ellos te hace tejer una relación amistosa.

Así fue con mi amigo el Contador Carlos Acosta " El Chato" quien me estoy enterando Falleció está madrugada.

El chato y su peculiar estilo una forma de hablar fuen

Tesorero en diversas Administraciones del Ayuntamiento de Monclova, con Fernando de la Fuente, con Pablo González y con mi querida amiga Herminia Martínez.

Poco tiempo después la secretaría de Finanzas del Gobierno de Coahuila lo nombró jefe de Control Vehicular de la recaudación de Rentas de esta región.

De ahí salió a invitación directa del alcalde Roberto Piña cómo tesorero del ayuntamiento de Ciudad Frontera, puesto que ejercicio hasta el último día de su vida, aunque desde su hogar cumplió a cabalidad ajá funciones.

La última vez que platique con él fue hace tres semanas aproximadamente cía telefónica me comentó de sus dolencias tras un accidente que lo dejo con graves problemas de caderas y columna que casi lo inmovilizada.

Intercambiamos muchas ideas primero de nuestros achaques, pero sobre todo de política pues siempre su función como Tesorero y hombre que cuida dineros siempre estuvo involucrado en la función pública.

Ayer me desperté con la triste noticia de que mi amigo Carlos Acosta "El Chato" había fallecido, no pregunte las causas, no tiene ya caso, se fue mi amigo, se fue un gran hombre.

Descanse en Paz mi amigo Carlos Acosta.

Aprender a morir, aprender a vivir

Se decía en la antigüedad que “la filosofía es una preparación para la muerte” y, retomando esta reflexión de Cicerón, diría más adelante Pascal que “quien enseña al hombre a morir, le enseña a vivir”.

El modo en que el horizonte de la muerte afecta a la vida no ha pasado desapercibido ni en la filosofía, ni en las religiones de distintas culturas, aunque en el primer caso ha habido en el continente europeo, hasta la modernidad, una tendencia a obviar el tema o relegarlo exclusivamente al ámbito religioso.

Quisiera en las líneas que siguen proponer una sucinta reflexión acerca de la muerte y del modo en que la consciencia de que vamos a morir afecta a nuestra forma de vivir.

¿Qué significa la muerte?

La muerte consiste en “la cesación o término de la vida”, según lo define el Diccionario de la lengua española de la Real Academia. El sustantivo muerte procede del verbo morir, y es que la muerte se define por una acción, una acción que parece que nos sobreviene, y por norma general de modo involuntario e incluso contra voluntad, pero de la cual también cabe plantearse qué parte de dicha acción depende de mí.

La muerte, al igual que el amor, recibe su sentido en tanto que hecho, pero en este caso el propio hecho anula la posibilidad de conocerlo. Podemos conocer el proceso de morir, pero no la muerte como final, ya que una vez muertos o no conocemos nada, o bien lo que se conoce no es comunicado a los vivos en su lenguaje y forma de conocimiento.

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