Por: Carlos Herrera
El deporte los unió, la carrera pedestre hizo que surgiera la amistad entre un grupo de corredores que desde hace 30 años iniciaron una historia que aún no tiene escrito el final.
Lo que antes era un trote de unos cuantos amigos por los domingos, ahora se convirtió en una tradición que se ha extendido a otros corredores que desde hace 20 años se concretó en el Trote San Silvestre que ahora en el año 2019 se ha cumplido una edición más.
“Me llena de satisfacción que la genta se una para realizar un deporte en el que se viva el compañerismo”, Samuel Ramos, uno de los fundadores de la carrera.
Samuel Ramos Barajas, César Flores, Juan Carlos Terrazas, Eduardo Turner, Cadena, Paz, eran sólo algunos de los que iniciaron corriendo por el Bulevar Pape hasta la puerta 4 de AHMSA, para posteriormente bajar por la Ribereña hasta la calle Cuauhtémoc.
En otras ocasiones su recorrido era por el Libramiento desde la colonia Estancias hasta los que ahora es el aeropuerto, donde el único interés era el de correr por salud y compañerismo.
Fue cuando entonces surgió la idea de hacer un trote donde se invitara a la gente, con el único objetivo de trotar, sin el interés de ganar o competir, sino disfrutar una carrera para despedir el año con un recorrido en el último día.
Y es así como hasta la fecha, se mantiene la tradición en el que se ha extendido ese sentido de familia, de amistad y compañerismo donde se corre sin ningún interés sino sentir la libertad y la oportunidad de demostrar que un deporte individual se crea un grupo muy unido.