Por: Eli Fuentes
La historia de grandes peloteros se escribe a diario, retirarse de los campos es lo más difícil y los ex peloteros profesionales siempre buscan como permanecer en lo que mejor saben hacer, tal es el caso de Matías Carrillo García, originario de los Mochis Sinaloa.
El béisbol llegó a la vida de Matías cuando tuvo que cambiar su estancia de vida en la juventud al ejido Macapule en Sinaloa, su padre quien mantenía tierras en su rancho y el cuidado de su ganado, lo llevó a tomar el bate y guante a la edad de 13 años.
Siempre desempeñándose como jardinero central despunto por su velocidad y entrega.
Por el lado de los zurdos fue temible.
¿Cómo llegó a Matías a lo profesional?
Fue en un llamado que hizo Francisco Rico a try out a los Petroleros de Poza Rica, fue ahí donde firmé con ellos y me llevaron a la primera generación de Pasteje en el año de 1981, durante un año como prospecto y de ahí salí al equipo grande donde fui afortunado de jugar en 99 ocasiones.
¿Qué sucedió en su primer juego?
Tuve muchos nervios, cosa que aún me sigue sucediendo jugando en lo amateur, béisbol, softbol, son cosas que nunca van a desaparecer.
¿Cuál era su objetivo al jugar béisbol?
Tuve un proceso muy acelerado dentro de mi instancia como pelotero, fue muy rápido y más que mi objetivo era un sueño jugar en el béisbol de las mayores, gracias a Dios se me concedió, estuve durante tres años en MLB.
Su primer equipo en Grandes Ligas fueron los Cerveceros.
¿Cómo se mantenía Matías Carrillo activo en su 100%?
Lo que yo siempre trabajé era jugar mejor cada día, no me gustaba vivir del recuerdo, siempre trabajaba a diario por ser mejor, cada año mejorábamos algo y eso fue una parte fundamental del ser 100% entregado.
¿En qué equipos participó en LMB?
Los primeros años fueron los Petroleros de Poza Rica en el año del ‘82 y ‘83, de ahí en adelante fueron los Tigres de México durante 19 años.
¿Cómo fue su paso en las mayores?
Estuve primero con los Piratas en clase A, doble A y triple A con Cerveceros, después con el mismo Milwaukee estuve en el primer equipo de las Ligas Mayores y después los Marlins para después regresar a México.
Ahora incursiona como mánager en Acereros de Liga del Norte.
¿Qué dificultades vivió al jugar en las Ligas Mayores?
Lo más difícil de llegar allá es el que se habla otro idioma, es un proceso de adaptación difícil en el primer año, después uno comienza a estudiar, pero si es bien triste que la mayoría de jugadores mexicanos se quieren regresar por la cuestión del idioma.
¿Cómo fue el apoyo de la familia?
En los tiempos que yo me formé como jugador, mis padres nunca se esperaban que yo iba a ir muy lejos, eran tiempos donde el ser beisbolista no era muy bien visto por qué siempre juzgaban el que eran muy borrachos, que se la pasaban haciendo otras cosas, pero gracias a Dios yo demostré lo contrario a lo que los demás opinaban y llegamos lejos.
Fue campeón bateador con México en Serie del Caribe.
¿Cuáles fueron sus mejores logros?
El jugar 21 años dentro de la Liga Mexicana de Béisbol y 19 temporadas estar bateando arriba de los .300 en average fue algo muy satisfactorio.
Tuve Novato del Año en Petroleros de Poza Rica y en invierno con Guaymas obtuve el mismo reconocimiento en mis inicios, además fui Campeón Bate en Liga de Verano, Invierno y en Serie del Caribe representando a México. Cosas que no se viven siempre siendo pelotero y cosas que se valoran mucho.
¿Cómo surgió el sobre nombre del Coyote?
La historia no es muy larga, así me puso un cronista de los Diablos Rojos, el Rápido Esquivel que en paz descanse, fue quien me nombró como el Coyote por mi astucia de robar las bases y jugar la pelota caliente.
Su carrera la entregó a Tigres de México.
¿Qué consejo les daría a los jóvenes que quieren ser peloteros?
Si quieren ser peloteros, el secreto es que tienen que ser 100% entregados a esto, no se puede jugar a medias, el hacerlo de esa manera traerá consecuencias con ello se pueden hasta poner en riesgo ellos mismos.
¿Fue difícil el retiro del béisbol profesional?
No fue difícil dejar esto, ya los últimos años de mi carrera me iba haciendo a la idea de lo que ya se miraba venir para mí, entonces cuando llegó el momento de esto ya estábamos mentalizados y dimos el siguiente paso que fue llegar al departamento de coucheo.
¿Cómo fue el llamado para llegar a los Acereros?
Fue en este invierno que terminó, cuando Generales de Durango me dejó libre, tuvimos una plática con José Meléndez y se habló del proyecto y aquí estamos trabajando duro, incursionando con los jóvenes desarrollando mentalidades y cosas diferentes para que ellos sean entregados en el terreno de juego y hagan lo que saben hacer.
Destacó durante años en el béisbol.
¿Fue una sorpresa lo que los jóvenes están haciendo en Liga del Norte?
Para mí no fue una sorpresa, fue para ellos que el entrenar a diario, recibiendo el trabajo, la atención diaria, su propio esfuerzo bajo los consejos míos, del cuerpo técnico de la academia fue que ellos sorprendieron a todo el mundo.
La mayoría no creía en lo que los muchachos podrían hacer, por el simple hecho de que son unos jovencitos, en su mayoría menores de edad, ahí están las pruebas del entrenar todos los días, jugar un juego de preparación entre semana, los ha hecho de ser de una mentalidad muy fuerte y además que son muy aguerridos a la hora de estar jugando.
Después de meditar su salida se dedicó a ser parte de cuerpo técnico.
¿Qué satisfacción le deja el grupo de muchachos?
Me siento tranquilo, de estar en donde estamos, ellos han hecho su parte, nosotros la nuestra y ahí está el complemento y resultado de todos, además es muy bueno ver scouts de las grandes ligas buscando nuestros muchachos, viendo la posibilidad de firmarlos.
Después de salir de Generales, fue llamado a los Acereros.
¿Qué palabras les deja al equipo de Acereros en Liga del Norte?
Espero que sigan entrenando fuerte, con mucha dedicación, que algún día Dios les va a recompensar todo ese sacrificio que están haciendo y que el día de mañana todos los sacrificios los verán recompensados dentro del terreno de juego.
“Finalmente a todos los aficionados que siguen a los muchachos, así como al equipo grande, que no dejen de apoyar, le doy todo mi agradecimiento al Licenciado Gerardo Benavides Pape, Gerardo Benavides Junior, Sergio Atwell, Valentín Gámez, José Meléndez y a toda la familia que pertenece a esta organización, se va a trabajar duro por conseguir los objetivos con los muchachos.
A la gente también que no dejen de apoyar al equipo grande, que al igual están trabajando en conseguir esa satisfacción para toda la afición que es el campeonato que tanto se anhela.”
Sus números en carrera del béisbol
Su porcentaje de bateo fue de .336 en average, conecto 2,530 imparables, 70 triples, 420 dobletes, 330 cuadrangulares, 1,554 carreras impulsadas, 1,534 carreras anotadas y 276 robos de bases.
Durante su trayectoria utilizó el #24, es uno de los seis números inmortalizados en sus Tigres, la organización que perteneció durante casi toda su carrera.