Fernando González Carmona es homenajeado por su trayectoria en béisbol en Monclova

Su legado en el béisbol infantil se refleja en las historias de sus alumnos.

Por: Edson Rojas

La pasión por el béisbol marcó la vida de Fernando González Carmona, quien durante 35 años dedicó su tiempo, esfuerzo y corazón a la formación de generaciones de pequeños beisbolistas. Su entrega dentro del diamante fue reconocida este fin de semana, cuando la Liga Ribereña inauguró una nueva temporada dedicada a su trayectoria como manager y formador.

La ceremonia, celebrada en el Parque del Fraccionamiento Aguilar, reunió a jugadores, entrenadores, directivos y decenas de familias que fueron parte de su historia deportiva. Entre aplausos y muestras de cariño, y acompañado de sus familiares, González Carmona vivió un emotivo momento.

"Fue un detalle muy bonito, nunca se me va a olvidar. Poco me faltó para llorar de la alegría", expresó con visible emoción en entrevista para Periódico La Voz.

"Volví a ver y saludar a muchos amigos, niños y jóvenes a los que dirigí. Me siento muy agradecido por este homenaje, el cual fue idea de Holman Salas, presidente del Club Marlines. Y ojalá la Ribereña siga haciendo estos homenajes en vida a los veteranos y pioneros, ya que es un justo reconocimiento para quienes contribuimos al crecimiento de la liga", agregó.

Aunque nunca jugó béisbol, González Carmona encontró en este deporte una vocación. Como aficionado observó, analizó y estudió el juego con tanta dedicación que pronto se vio listo para dar el salto al banquillo. Su primera experiencia llegó con el equipo de Laboratorio Metalúrgico, en la pelota departamental de AHMSA, y de ahí nació un camino que ya no se detendría.

Posteriormente recibió la invitación de Juan Zavala (QEPD) para integrarse al staff de entrenadores de los "fantasmitas grises" del Fraccionamiento Aguilar. "En el verano de 1990 empecé a entrenar con Sultanes, donde jugaba un hijo mío que ahora tiene 44 años". Ocho años después dirigió al Country Club y posteriormente llegó al Club Marlines, donde consolidó una etapa de 20 años marcada por varias satisfacciones deportivas y personales.

 

La influencia de Fernando González trascendió el dugout. Llegó a ser presidente de la Liga Ribereña y dirigió múltiples selecciones que representaron a la región en campeonatos estatales y nacionales. Su carácter respetuoso, la cercanía con los niños y su compromiso con los padres de familia le valieron el cariño de la comunidad beisbolera.

Actualmente, problemas de salud lo mantienen alejado del entrenamiento activo; sin embargo, no ha dejado de contribuir al deporte que tanto ama. "Acepté con mucho gusto el cargo de presidente del Club Sultanes y aquí sigo apoyando en lo que puedo", comentó.

Para González Carmona, su mayor satisfacción no se mide en trofeos ni reconocimientos, sino en historias personales. "Después de todo este tiempo, lo más bonito que me ha dado el béisbol infantil es la oportunidad de ver desfilar a muchos niños que crecieron, hoy son profesionistas, padres de familia y tienen a sus hijos jugando en la Ribereña", compartió con orgullo.

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