El Gran Campeón Mexicano reveló la verdadera postura que guarda acerca de la trayectoria del mejor libra por libra del mundo
Por: Agencia
El ascenso constante que ha experimentado la carrera de Saúl Álvarez lo ha catalogado como uno de los mejores exponentes del boxeo mexicano en la actualidad. Algunos aficionados lo han comparado con Julio César Chávez, situación que ha generado un debate sobre quién es el mejor púgil de la historia nacional. Aunque se les ha ubicado como rivales deportivos, el Gran Campeón Mexicano dio a conocer su verdadera opinión sobre la trayectoria del tapatío.
“Mientras no toque el cariño y el amor que me tiene México y a donde quiera que voy, no pasa nada. Él podrá ganar 5, 10 o 30 peleas y no pasa nada. Me da gusto que siga rompiendo récords, que siga haciendo historia porque se lo ha ganado, nadie le ha regalado nada. No hay envidias ni nada”, aseguró durante una charla con Eduardo Lamazón, panelista de Azteca Deportes.
El año 2021 estuvo marcado por un logro histórico en el cual el mejor libra por libra del mundo se consolidó como pionero. Luego de arrasar con todos los campeones de las 168 libras, Canelo se convirtió en el primer personaje de la división en conseguir cada uno de los cinturones mundiales, aunque también es el único nacido en México que lo ha conseguido.
El campeonato indiscutido, así como su récord casi perfecto y la conquista de fajillas en cuatro categorías de peso diferentes impresionó a un sector de la afición. Incluso, hubo quienes ponderaron dichos argumentos por encima de los que brindó el Gran Campeón Mexicano a lo largo de su trayectoria profesional. Sin embargo, el originario de Ciudad Obregón, Sonora, no le dio importancia a dicho juicio.
“Cada peleador mexicano campeón del mundo en su época ha sido grande y ha sido el mejor. Qué bueno que ahora los jóvenes como Canelo cosechen lo que uno sembró”, aseguró.
Chávez saltó a la escena profesional con la entrada de la década de los ochenta. El desempeño que demostró desde el inicio de su carrera fue sustentado por su peculiar estilo para asediar a sus rivales, debilitarlos con su poderoso gancho al hígado y hasta resistir los guantazos que los mejores noqueadores intentaron aterrizar en su mandíbula. Las cualidades técnicas le abrieron paso para la conquista deportiva de su disciplina.
A sus 24 años de edad consiguió el primero de sus títulos mundiales. Su estatura y condiciones físicas lo colocaron para ser el boxeador ideal en la categoría de peso superpluma, división que dominó durante nueve defensas. Así, sin haber perdido, brincó al peso ligero, donde también ganó la fajilla a Edwin Rosario y unificó al vencer a José Luis Ramírez.
Posteriormente conquistó el peso superligero y, a la par que recolectaba fajillas, se encargó de romper la marca de Nino Benvenuti e imponer una nueva cifra de peleas sin conocer la derrota. Frankie Randall fue el encargado de llevarlo a la lona por primera vez en 1994, cuando lo despojó del cinturón de los superligeros avalado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Después de aquella caída le siguieron cinco más. Sin embargo, en su palmarés logró conquistar récords que han permanecido intactos como ser el boxeador con más peleas de título mundial, el primer mexicano en conquistar títulos mundiales en tres divisiones y la segunda cifra más grande de asistencia a pelea, cuando reunió a 132,274 personas en el Estadio Azteca.
Por dichos motivos, y a pesar de haber sufrido las consecuencias de las adicciones en carne propia, se dijo confiado en ser el mejor boxeador mexicano de la historia. “Siempre voy a ser yo. Por más campeonato que gane Canelo, él va a hacer su historia, pero siempre el mejor campeón mexicano voy a ser yo”, concluyó entre risas.
Con información de INFOBAE