Por: Staff / La Voz
Un pedazo de cartón, hilo, agujas y creatividad fueron los implementos para elaborar su primer guante de beisbol cuando tenía 10 años; ese empeño y entrega por salir adelante mantiene a Jesús Maldonado Martínez en la loma de los disparos a sus 75 años. Actualmente es el más veterano de las Ligas Recreativa y Mayor de Ciudad Frontera.
Bajo las gradas del Parque Cefare, Maldonado se refugió por la intensa lluvia que suspendió momentáneamente el partido de su equipo; Piratas, en la Liga Mayor de 60 años y más.
Fue entonces que empezó a recordar y relatar su historia. Nació el 1 de enero de 1944 en Cerritos, San Luis Potosí. Es hijo de Antonio Maldonado, originario de San Luis e Isidra Martínez, de Ciudad Frontera.
A sus 75 años, Jesús, sigue lanzando en la Liga Mayor y Recreativa.
Un día, ella viajó a tierras potosinas con su padre, de oficio Ferrocarrilero, y fue entonces que se encontró con el amor de su vida y procrearon una familia de tres hijos -Alejandro, Jesús y Estela-, sin embargo, Antonio falleció muy joven y fue cuando Isidra decidió regresar a casa.
La infancia de Jesús y de sus hermanos transcurrió en lo que actualmente es el estacionamiento de AHMSA 1. A inicio de los 50´s su casa estaba en ese lugar, era un tejabán construido con cartón, lámina, plástico y madera. Su mamá vendía comida y refrescos a los obreros, y él ayudaba en todas las labores.
En ese momento no le importaban las carencias, era feliz y a los 10 años nació su pasión por el beisbol tras ver jugar a sus compañeros de la escuela y del barrio.
A toda hora aquel estacionamiento se convertía en diamante, Jesús era el pitcher estelar y pasaba horas jugando.
Un día decidió tener su propio guante; tomó un viejo pedazo de cartón y con unas tijeras empezó a recortar y darle forma. Sin saber coser hizo varias puntadas por aquí y por allá hasta ajustar su obra maestra.
A pesar de lo rústico, su guante de cartón fue la sensación. Todos sus amigos se lo pedían prestado y querían jugar con él.
Al contar esta historia, hace una pausa y su rostro se ilumina con una gran sonrisa; y argumenta que ya no es lo mismo; “Antes los peloteros jugaban con pasión y ahora lo hacen por dinero o por pasar el rato”.
Cada vez que tiene la oportunidad de cerrar un juego, ya sea con Piratas o Alacranes en la Liga Recreativa (50 años y más), brinda su máximo esfuerzo y transmite su pasión en cada envío a la receptoría.
Así mismo, comentó que está consciente que la mayoría de sus rivales son hasta 15 años menores que él; tienen mejor condición y fuerza, en cambio, en él los años no pasan en balde, y sus reflejos ya no son los mismos. A pesar de las adversidades, seguirá jugando hasta que Dios se lo permita.
SU PRIMER EQUIPO Y EL AMOR POR TECOLOTES
"Antes se jugaba con más pasión, todo era por el cariño al béisbol".
Después de estrenar su guante de beisbol de cartón, “Panchito” Aragón, obrero de AHMSA y promotor de beisbol de esa época, lo vio jugar en el estacionamiento y lo invitó a practicar en forma con el equipo Gigantes.
Por las cualidades natas en su brazo y su visión del juego pronto se consolidó como pitcher y
por varios años participó en la Liga Infantil que se jugaba en los llanos de la colonia Obrera, logrando varios campeonatos.
A sus 13 años, estuvo a punto de dejar la escuela por problemas económicos. Sus abuelos que vivían en Castaños lo apoyaron y se fue con ellos.
Desde esa edad hasta los 25 años jugó con los Tecolotes de Castaños en la Liga de Juan Gil Farías, alias “El Centavo”, y la considera la mejor etapa de su vida como beisbolista, pues no solo triunfaba como deportista sino también cosechó grandes amistades como Gabriel Castellanos y Nicolás García.
SU INGRESO A AHMSA POR EL BÉISBOL
Fue en 1963 cuando Ladrillo Refractario de AHMSA necesitaba un pitcher para reforzarse en la Liga Departamental y el nombre de Jesús, salió a relucir.
Poco a poco se ganó la admiración del equipo y más tarde el respeto de sus adversarios. Por 18 años jugó en diferentes departamentos como Montadores de Mantenimiento, Planta de Fuerza y Trabajos Diversos.
“Fue una época muy bonita, muy diferente. Hoy el beisbol de AHMSA ya se está acabando, ya no es la misma entrega de antes”, comentó.
En la Temporada 69-70 fue el mejor lanzador de la Liga y recibió reconocimientos por su trayectoria.
Para el año 81, se cambió a Planta 2 al departamento de Laminadora en Frío donde siguió jugando hasta el 2009, fecha en la que terminó su ciclo con la empresa siderúrgica.
Uno de los momentos más emblemáticos fue cuando se coronó campeón lanzador en el 2004 y de manera simultánea lo hizo en la Liga Recreativa.
Actualmente juega con los Piratas en la Liga Mayor y Alacranes en la Recreativa.
PREFIRIÓ CASARSE A JUGAR EN LIGA DEL NORTE
Transcurría el año de 1970, cuando recibió la oportunidad de jugar con los Siderúrgicos de la Liga del Norte a cargo de Alfredo Jiménez, pero declinó por amor.
María del Rosario, era su novia con quien compartió varios años de su vida y sintió que era el momento de casarse.
Meses antes de la boda, la “Chiva” Jiménez, entonces manager de Siderúrgicos, le ofreció jugar en la Liga del Norte. Para él fue una decisión complicada; por un lado, su futura esposa y la estabilidad laboral, y por el otro: su pasión.
“Yo preferí a mi esposa y formar una familia, y la estabilidad de un trabajo, que jugar beisbol. No creo haberme equivocado, gracias a Dios vivo muy bien y tranquilo con mi familia”, aseguró.
Con su esposa, que es cómplice de sus locuras beisboleras, tuvo tres hijos; Francisco Javier, José Roberto y María del Rosario, y hasta la actualidad lo sigue apoyando desde las gradas.
LESIONES QUE LO MARCARON
Actualmente vive en la Colonia Margarito Silva.
Una mala maniobra en su trabajo y el descuido de quitarse los lentes de protección causaron un grave daño en su ojo derecho, al grado de perderlo, sin embargo, para él no fue impedimento para seguir jugando. Fue en 1978 cuando estaba trabajando y golpeaba un metal, pero nunca se percató que una de las piezas tenía aceite. Con el impacto, le cayó en el ojo derecho y empezó un largo viacrucis en el hospital.
“Yo estaba consciente de lo que me había pasado, fue mi error. En mi recuperación le pregunté al doctor si podía seguir jugando, y aquí sigo. Pasó el tiempo y mi verdadera preocupación fue cuando me fracturé el hombro, luego de caer en una jugada. Chin.. pensé que ya era todo para mi”, expresó.
Esa fractura fue hace 12 años, sucedió cuando bateó y corrió a primera, y su rival se impactó con él; y cayó de mala manera y tardó tiempo en recuperarse.
SU POSIBLE RETIRO
A pesar que se siente en óptimas condiciones, ya planea su retiro como jugador y posiblemente sea el primero de enero del próximo año.
“Yo digo que hasta que Diosito quiera. Pero pienso que le diría adiós al beisbol el próximo año, ya para descansar. Ya si me quieren invitar como coach o algo, estaría bien, pero para jugar ya no”, comentó.
Así mismo exhortó a las nuevas generaciones a practicar un deporte, dejar de lado la computadora, el celular o los video juegos, y que se reflejen en él, que a pesar de su edad todavía se encuentra en la loma de los disparos.
Siempre contó con el apoyo de su familia.