Por: Luisa Chavez
Su vida gira en torno al beisbol, extrañan jugar y apoyar a los Acereros de Monclova, sin embargo, hoy es momento de estar en casa, mientras tanto el patio se convirtió en un diamante.
Diego y Carlos, son hijos de Martín Mayorga y Nadia Guerrero, comparten el sueño de convertirse en beisbolistas profesionales, tienen 10 y 7 años respectivamente.
Su principal misión es terminar la tarea para luego salir a jugar al patio. Cada uno con su guante y bat, se imaginan que están en el Parque Las Américas al lado de sus compañeros del club Gigantes de la Liga Ribereña y empiezan con la primera entrada.
Después se acuerdan que en esta semana, Acereros inauguraría en casa la Temporada 2020 de la Liga Mexicana, para ellos este es el primer out. Tratan de entender la situación, pero lo importante es seguir jugando.
Desde hace un par de temporadas, forman parte del club Gigantes.
“Somos una familia beisbolera, ellos almuerzan y comen beisbol. Les explicamos por la problemática de la pandemia que nos enfrentamos, que es el motivo que ya no vayan a entrenar, jugar y ver a los Acereros”, declaró Martín Mayorga, del padre de los beisbolistas y manager del club Gigantes.
Para ellos no hay descanso; una y otra vez lanzan la bola y hacen sonar el bat, les encanta el sonido que produce. Uno corre a primera, el otro va por la bola y no podrían faltar sus hermanas Dana y Thamara, que también se unen al juego.
El segundo out, es cuando su mamá Nadia Guerrero los llama a comer. Se sientan en la mesa, comen apresurados, son los primeros en terminar, y nuevamente al campo.
Diego Mayorga juega como segunda base, su fuerte es catcher, y participa en la categoría 11-12 años. Comenzó a practicar beisbol a los 5 años en la categoría Escuelita de Diablos, ahí fue campeón y subcampeón en la temporada de invierno y verano. Incluso representó a Coahuila en el Nacional de Guadalajara, en el 2006.
Continuó en Moyote y PeeWee, y en la 11-12 años emigró a Gigantes del Parque Las Américas, y está ansioso de volver a jugar y abrazar a sus compañeros.
Admiran a grandes jugadores de Monclova.
Por su parte, Carlos es short stop y pitcher de la 7-8 años de Gigante. También inició a practicar beisbol con los “pingos” del Raúl Galata, con quienes logró el bicampeonato en la temporada 2018, por si fuera poco fue campeón de bateo en Escuelita 2018.
“En la temporada de Invierno del 2017, en el último turno de la Liga, yo lo ponché, a esa edad el manager le lanza a su jugadores. Entonces, sólo tenía que conectar esa vez para quedarse con el campeón de bateo. En ese momento, no le tomó importancia. Más tarde se lo explicamos y se dijo que él lo iba a lograr en la siguiente, y lo hizo”, compartió Martín.
En Escuelita, participó en un Nacional en Piedras Negras, se convirtió en titular en fildeo y conectó un buen porcentaje.
Actualmente, es uno de los jugadores claves, junto con Alan Salas, para sacar doble play, en repetidas ocasiones, algo que no muy seguido se ve en estas categorías.
“A ambos los han invitado a los selectivos, pero platicamos con ellos. La primera razón es que si van a llegar a hacer algo en el beisbol es por su calidad, esfuerzo y dedicación, y no por tener 20 nacionales, y la segunda es la cuestión económica. Ellos tratan de entender”, indicó el padre de familia.
El tercer out, es cuando precisamente Martín llega del trabajo, es hora de resguardarse y volver a hacer la tarea y estudiar, lo cual es un requisito fundamental, deben de mantener un promedio de excelencia y se encuentran entre los mejores de la escuela “José González Ballesteros” de la colonia Loma Linda.
Desde que empezó la cuarentena por el coronavirus (Covid-19), esta es su rutina, incluso durante la cena hablan de beisbol y de numeritos de los jugadores de Grandes Ligas y la LMB, mientras tanto esperan con ansias volver al diamante del Parque Las Américas de la colonia El Pueblo.