Pese a la sobrecarga de partidos y al carácter no oficial del evento, Leo Messi y Jordi Alba fueron sancionados con un partido de suspensión; Mascherano y el club alzan la voz.
Por: Redaccion La Voz
La Major League Soccer (MLS) ha decidido sancionar a Lionel Messi con un partido de suspensión por no participar en el reciente All-Star Game, una decisión que ha provocado malestar en Inter Miami y ha generado fuertes críticas dentro y fuera del club. Jordi Alba, también ausente por los mismos motivos, recibió idéntico castigo.
Desde el equipo de Florida consideran absurda la medida, especialmente porque la liga estaba plenamente informada de la condición física de ambos jugadores. Messi, quien ha enfrentado una intensa carga de partidos en las últimas semanas, priorizó su recuperación, evitando participar en un encuentro sin valor competitivo ni oficial.
Inter Miami ha sido uno de los clubes con mayor exigencia en el calendario reciente. En apenas dos semanas, el equipo disputó cinco encuentros como parte de la reprogramación por su participación en el Mundial de Clubes, algo que la propia MLS reconoció como excepcional. En ese contexto, la sanción a su principal figura es vista como una respuesta contraproducente.
El técnico del club, Javier Mascherano, también alzó la voz: "Este tipo de eventos si los quieren hacer, no debe haber jornada de liga. No se puede hacer entre semana con el calendario que tenemos, es una locura", declaró. Su mensaje apunta a la necesidad de replantear la planificación de la liga si desea ser competitiva y no solo una vitrina de marketing.
La molestia se profundiza cuando se compara el formato All-Star de la MLS con el de ligas como la NBA o la NFL, donde hay sustituciones ilimitadas y menor desgaste físico. En el fútbol, donde la exigencia es distinta, organizar un evento comercial entre partidos oficiales con viajes incluidos, resulta en una sobrecarga evitable.
Más allá de lo deportivo, la decisión parece incoherente con la estrategia de crecimiento de la MLS, basada en gran parte en el efecto Messi. El astro argentino ha sido una de las piezas clave en la expansión de la liga, con más de 11.4 millones de aficionados en la temporada 2023–2024 y cifras récord de suscripciones al MLS Season Pass en Apple TV tras su llegada.
Irónicamente, en el partido en el que no podrá jugar este sábado, estaba previsto que Inter Miami y Adidas presentaran una nueva camiseta con Messi como figura central. Un golpe no solo deportivo, sino también comercial.
Para muchos, esta sanción lanza un mensaje confuso a las estrellas internacionales que empiezan a considerar a la MLS como destino: priorizar el rendimiento físico y el compromiso con la competición parece penalizado, mientras que los eventos promocionales se imponen como prioridad.