Las Flechas Plateadas apuntan a una resurrección en 2024.
Por: agencia reforma
El objetivo de Mercedes es cerrar con broche de oro la era de Lewis Hamilton y comenzar con el pie derecho el periodo de liderazgo de George Russell con el W15.
Lo que más ha sorprendido del nuevo monoplaza es la combinación de colores del plateado, en la parte delantera, y del negro en la parte trasera.
Bajo la dirección técnica de James Allison, el bólido de este año retoma el concepto sin pontones de manera diferente y más funcional que sus antecesores.
La entrada triangular se funciona con un tobogán al estilo Red Bull que va cayendo hasta los neumáticos traseros, haciéndose más ancho de los laterales.
La suspensión delantera es push-rod (varilla de empuje) y forma un triángulo superior más inclinado para darle más equilibrio a los conductores británicos.
"Nos hemos centrado en mejorar el impredecible eje trasero del coche anterior, al que los pilotos se referían a menudo como rencoroso. Hemos trabajado en eso para intentar crear un coche que sea tranquilizador para los pilotos.
"Al inicio de una curva, cuando frenas a fondo y giras, la parte trasera tiene que ser sólida como una roca. Y luego, a medida que te acercas al vértice, el coche tiene que ser cada vez más ágil y tener más ganas de girar. Hemos intentado incorporar eso al coche", explicó Alison.
El equipo de la estrella espera acabar con al mala racha que los persigue desde 2022 cuando introdujeron por primera vez el concepto zero-pod.
La temporada pasada tuvieron que conformarse con un segundo lugar en el Campeonato de Constructores y cero victorias pese a contar con dos habilidosos corredores.