El hombre fue trasladado a un hospital con fracturas en cabeza, piernas y brazo.
Por: Jaime Guerrero
MONCLOVA, COAH.— La tarde de ayer, la calma del Fraccionamiento Monclova terminó convertida en un espectáculo que ni el mejor circo habría logrado montar. El protagonista fue Don Jaime, vecino de la colonia Mezquital del Valle, quien decidió enfrentar a la gravedad en un duelo que —era de esperarse— perdió de manera contundente.
Todo sucedió en el puente que conecta las avenidas Obrero Unido y Juan Gil, donde el hombre terminó cayendo desde una altura de más de 10 metros, tras un aparente exceso de entusiasmo etílico.
Según los primeros reportes de las autoridades, Jaime se encontraba notablemente intoxicado, lo cual explicaría por qué confundió el barandal con un respaldo de sillón reclinable. Él mismo declaró que "se recargó" sin medir distancia, una elegante forma de describir lo que en realidad fue un desplome libre, directo y sin escalas.
La caída dejó un saldo que solo puede describirse como un inventario completo de lesiones: fractura en la cabeza, fracturas en ambas piernas y otra más en un brazo. Paramédicos de la Cruz Roja, quienes acudieron con urgencia al lugar, señalaron que el hombre presentaba múltiples heridas derivadas del impacto. Aun así, y contra todo pronóstico, el accidentado se mantuvo consciente.
Elementos de la Policía Municipal acordonaron la zona, más para evitar que Jaime intentara un segundo despegue que para preservar evidencia. Los oficiales también auxiliaron en la coordinación del rescate, que requirió maniobras cuidadosas debido a la posición en la que el hombre había quedado tras la caída.
Don Jaime fue trasladado a un hospital, donde médicos ya trabajan en reparar los estragos de su temeraria hazaña. Se espera que permanezca varios días en observación y, más importante aún, lejos de cualquier barandal.