El ex boxeador Cristian 'El Sorullo' Riojas protagoniza un nuevo episodio de violencia familiar en Monclova al agredir a su madre, Leticia Velázquez Muñoz, de 72 años.
Por: Brenda Rebolloso
MONCLOVA, COAH.– Lo que comenzó como una mañana de rutina en la conocida Pulga de la Hipódromo terminó en un nuevo episodio de violencia familiar protagonizado por Cristian "El Sorullo" Riojas, ex boxeador local que nuevamente arremetió contra su propia madre.
El incidente ocurrió alrededor de las 09:00 horas del sábado, cuando comerciantes del lugar reportaron al número de emergencias que una mujer mayor había sido agredida con un objeto metálico sobre la calle 10.
Al arribar paramédicos de Cruz Roja Mexicana, encontraron a Leticia Velázquez Muñoz, de 72 años, con una herida sangrante en la cabeza.
Según el testimonio de la víctima y testigos, el responsable fue su hijo Cristian "El Sorullo" Riojas Velázquez, de 37 años, quien la habría atacado con un tubo o varilla metálica en plena calle.
"El Sorullo", quien en sus años de gloria fue un reconocido boxeador, atraviesa desde hace tiempo una severa crisis mental presuntamente provocada por golpes recibidos en el ring y agravada por el consumo de drogas.
Su propia madre aseguró que no es la primera vez que la agrede, aunque esta vez la lesión fue considerable.
Familiares señalaron que Cristian ha sido internado previamente en el Centro de Salud Mental en Saltillo, pero habría abandonado el tratamiento y actualmente carece de medicación, lo que lo mantiene en un estado inestable y agresivo.
Tras la agresión, el hombre huyó del lugar, dejando a su madre herida.
Paramédicos de Cruz Roja Mexicana le brindaron atención pre hospitalaria pero se negó a ser llevada a un hospital, mientras oficiales municipales desplegaron un operativo para localizar al responsable.
Vecinos de la calle 10, número 925, donde ambos residen, manifestaron su preocupación, pues temen que Cristian vuelva a atacar si no es puesto bajo resguardo.
La víctima, pese a todo, habría pedido que no lo castiguen severamente, sino que lo ingresen nuevamente a tratamiento médico.
Una vez más, la combinación de adicciones, enfermedad mental y falta de seguimiento médico deja como saldo una tragedia familiar anunciada.