El hoy occiso tenía cinco días de haber ingresado a la casa de apoyo de Alcohólicos Anónimos, tomó un mecate y se ahorcó en la cocina.
Por: Brenda Rebolloso
Las voces que escuchaba en su cabeza, convencieron a un hombre de 29 años de ahorcarse en la cocina del anexo ubicado en calles de la Zona Centro, al que ingresó apenas hacía cinco días en búsqueda de superar su problema de adicción con las drogas.
El hoy occiso fue identificado como Jesús Alfredo Reyes Fraile, quien según sus compañeros contaba con su domicilio en calles de la colonia Tierra y Libertad.
Fue cerca de las 18:30 horas de ayer, cuando Jonathan Adrián Bustos Cabello, de 19 años de edad, compañero y amigo de Jesús, pasó por la cocina del anexo localizado en la calle Hidalgo, número 308, de la Zona Centro, descubriendo la macabra escena.
El cuerpo de ‘Chuy’ pendía de una de las alacenas con un mecate atado al cuello, por lo que de inmediato lo descolgó, pidiendo posteriormente el apoyo de una ambulancia mediante una llamada al 911, acudiendo con rapidez paramédicos de Cruz Roja Mexicana.
ESCUCHABA VOCES
‘Hace apenas cinco días sus papás lo anexaron, tenía problemas con el cristal y la marihuana, nos hicimos muy apegados pues me dijo que escuchaba voces en su cabeza que le pedían que se matara, no pensé que les haría caso’ dijo entre lágrimas Jonathan luego de encontrar a su amigo, pendiendo de un mecate.
Paramédicos de la benemérita institución llegaron en cuestión de minutos al anexo pero sólo confirmaron el deceso de Jesús, por lo que dieron parte a las autoridades municipales acudiendo a tomar conocimiento del suicidio.
Así mismo, la esposa del encargado del anexo, quien se identificó como Hortencia, detalló que fueron sus padres quienes lo internaron a fin de sacarlo del vicio, permaneciendo Jesús por voluntad, agregando que se encontraban más personas en el sitio cuando el joven de 29 años decidió matarse.
Finalmente, detectives de la Agencia de Investigación Criminal y el personal de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado acudieron a realizar las diligencias correspondientes, ordenando posteriormente que el cuerpo de Jesús fuera trasladado al anfiteatro para los trámites de rigor.