Por: Agencia
Si saliendo de la fiesta vas por una orden de tacos, todo es culpa de las neuronas llamadas AGRP.
Seguramente te ha pasado que después de irte por unos tragos sales del lugar con hambre voraz buscando por lo general, unos buenos tacos… Pues bien, aquí te diremos la razón por la que tomar y comer van de la mano.
Según unos científicos británicos, el alcohol genera en el cerebro un cambio importante después de beber, al que llamaron “modo hambre”, el cual te hace sentir como si no hubieras comido en días.
Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron a un grupo de ratones que después de tres días de haber ingerido alcohol, comieron de más, lo que los llevó a pensar que esta reacción aplica de la misma manera a los humanos.
El alcohol generó una inusual actividad en las neuronas llamadas AGRP, que son las que se activan cuando el cuerpo experimenta hambre. Cuando los ratones no bebieron y se bloquearon estas neuronas, los ratones no comieron tanto.
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