Por: Agencia
La pequeña Alysa LeMay escuchó música y sonidos raros en su cuarto; al entrar pensó que encontraría a su hermanita, pero la recámara estaba vacía.
‘Hola’, le dijo una voz masculina después de verla merodear por unos segundos. Se trataba de un hombre que podía mirarla a través de una cámara de seguridad que instaló la mamá en el cuarto de la niña de ocho años. El sujeto hackeó el producto de la marca Ring, propiedad de Amazon, y fue así que comenzó a interactuar con la pequeña. Alysa le preguntó al sujeto quién era; le contestó que Santa Claus y que podían ser mejores amigos. Además, le pedía que dijera expresiones racistas, que desordenara su cuarto y que rompiera el televisor. Asustada, la niña corrió en busca de sus papás. Y el hacker no volvió a hacer acto de presencia.