Neo-brutalismo: la tendencia de diseño que está marcando el 2025

El brutalismo original tiene su origen en el término francés béton brut, que se traduce como "concreto crudo".

Por: Staff / La Voz

Las tendencias en diseño no nacen de la nada. A lo largo de la historia, la creatividad humana ha evolucionado partiendo de estilos ya existentes, adaptándolos, desafiándolos o simplemente reimaginándolos. Aunque la originalidad sigue siendo el motor de la innovación, lo cierto es que casi todo nuevo movimiento tiene raíces reconocibles. En 2025, el mejor ejemplo de esta dinámica es el neo-brutalismo, una corriente visual que toma prestado del brutalismo clásico, ese estilo áspero y funcional asociado con la arquitectura soviética, y lo lleva con fuerza al terreno digital.

Hoy, este enfoque visual poco convencional está ganando terreno entre diseñadores UI y UX, creativos digitales y marcas que buscan destacarse. Plataformas como Figma u Opportunity Nest ya adoptaron esta estética cruda, con formas geométricas repetitivas, tipografía prominente y composiciones sin adornos innecesarios. Pero ¿qué es exactamente el neo-brutalismo y por qué está conquistando el diseño web en 2025?

Del concreto al píxel: un viaje del brutalismo al neo-brutalismo

El brutalismo original tiene su origen en el término francés béton brut, que se traduce como "concreto crudo". Surgió en la arquitectura de los años 50 y 60, donde se valoraba lo funcional por encima de lo ornamental. En el entorno digital, esta filosofía se traduce en interfaces simples, con pocos efectos visuales, sin ornamentos y con estructuras que recuerdan a las primeras páginas web de los años 90.

El neo-brutalismo, por su parte, no busca regresar completamente a lo rudimentario, pero sí retoma esa honestidad visual. Se posiciona como un punto medio entre el diseño ultra minimalista y las tendencias modernas estilizadas. El resultado es un estilo que prioriza la funcionalidad, pero se permite jugar con colores intensos, tipografías exageradas y un toque nostálgico muy deliberado.

Cómo reconocer un diseño neo-brutalista

Aunque no todos los proyectos que siguen esta línea visual se ven exactamente igual, hay ciertos elementos recurrentes que permiten identificarlo fácilmente.

Apariencia cruda y sin filtros

El aspecto visual puede parecer inacabado o incluso frío, pero no es casualidad. Los bordes duros, los errores visuales intencionales y la textura tosca son parte esencial del estilo. Nada es suavizado ni embellecido de más: lo funcional prima sobre lo decorativo.

Inspiración retro con tintes futuristas

El neo-brutalismo se apoya en la nostalgia, evocando desde revistas de los 80 hasta las interfaces del internet de principios de los 2000. Colores saturados, pixel art y estructuras que rompen con la simetría clásica se combinan con guiños al pasado tecnológico, como el diseño de navegadores antiguos o sistemas operativos desactualizados.

Uso estratégico de la negrita y la tipografía

Las letras grandes, pesadas y sin adornos capturan la atención. Se evitan las fuentes ornamentadas y se opta por estilos directos como Anton, Montserrat o Bebas Neue. La comunicación visual es clara, directa y sin rodeos, alineada con el carácter funcional del estilo.

Contraste marcado

El juego entre colores intensos y fondos neutros es constante. Las sombras duras, los contornos gruesos y los elementos en blanco y negro refuerzan el impacto visual. Todo busca destacarse sin necesidad de efectos sofisticados.

Elementos sobredimensionados

Botones grandes, íconos exagerados y titulares inmensos no son errores de maquetación, sino recursos intencionales que guían la navegación del usuario. La claridad visual manda.

Asimetría dinámica

En lugar de usar grillas tradicionales, muchas composiciones se construyen a partir de estructuras asimétricas. Esto aporta dinamismo, pero exige equilibrio: un exceso puede traducirse en confusión visual.

¿Por qué el neo-brutalismo está en auge este año?

En un entorno digital saturado de interfaces suaves, colores pasteles y diseños excesivamente cuidados, el neo-brutalismo aparece como una bocanada de aire fresco. Para muchos, especialmente las generaciones más jóvenes como la Gen Z, el diseño tradicional ya no representa autenticidad. Prefieren lo directo, lo real, incluso lo crudo.

Además, este estilo conecta con una nostalgia compartida. Quienes crecieron en la era de los disquetes, los videojuegos de 8 bits y los navegadores rudimentarios, encuentran en el neo-brutalismo un reflejo familiar. Esa combinación de lo retro con lo disruptivo encaja perfectamente en el imaginario visual de quienes buscan algo distinto.

El fenómeno va más allá del diseño web. Desde empaques de productos hasta anuncios digitales e incluso plataformas interactivas como los juegos de casino gratis, cada vez más sectores adoptan esta estética para captar la atención de audiencias que valoran lo auténtico sobre lo pulido. El diseño vende, y en este momento, lo que vende es lo que se ve diferente.

Más que una moda pasajera, el neo-brutalismo es un reflejo del estado actual de la cultura digital: cansada de los filtros, deseosa de conexiones más honestas. En diseño, esto se traduce en eliminar lo innecesario y volver a lo esencial, sin miedo a mostrar imperfecciones.

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