Por: Agencia
Los intercambios navideños son muy divertidos, pero también pueden traer grandes desilusiones.
Algunos se esmeran para dar un regalo muy bueno mientras que a otros les vale y compran lo primero que se les ocurre. Claro que cuando se hace el sorteo todos tienen en mente a la persona que no quieren que les toque. En el momento de dárselos algunos terminan contentos y otros con desgano por recibir algo muy chafa. Claro que tampoco falta la persona que no pone atención y termina por dar algo totalmente contrario a lo que pidieron.