Por: Staff / La Voz
A la hora de elegir la forma de calentar el agua en una casa, hay que pensar en varios factores, desde la cantidad de convivientes hasta el tamaño del hogar y cuanto se usa. Un boiler de gas resulta el artefacto ideal para esta tarea.
Los tipos de boilers más conocidos son los eléctricos, los de depósito, los de paso y los de gas. En este caso hablaremos del boiler de gas, uno de los más utilizados y con razón, ya que tienen altos beneficios.
Para entender un poco más, el boiler de gas tiene un funcionamiento muy simple. Funciona con un dispositivo externo con el que se regula la temperatura del agua. Este se conecta con unos fogones que hay dentro del calentador que, cuando se enciende el agua, se activan.
¿Qué debo saber del boiler de gas natural?
El boiler de gas natural no tiene un funcionamiento distinto, pero es importante entender qué es el gas natural.
Es de origen fósil, extraído de las capas más internas de la corteza terrestre. Esto no significa que el hogar necesite extraer el gas para el boiler, ya que llega por tuberías.
De hecho, es una energía que contamina muy poco y tiene una gran eficiencia. Sencillamente varía el precio, ya que hay países que dependen de otros para su extracción.
Cómo funciona un boiler de paso
Muchos se preguntan cuál es la diferencia con el boiler de paso. También llamado instantáneo, el artefacto cuenta con una pieza especial que reacciona en el momento en que se abre un grifo de agua caliente.
En el caso del boiler de paso de gas natural, esto hace que se abra el gas y genere una chispa que enciende el artefacto.
Teniendo todas estas consideraciones en cuenta, lo único que resta para que puedas obtener tu boiler de gas es definir los movimientos del hogar.
Cuanto más grande sea la casa y más personas la habitan, será necesario contar con un boiler grande. En cambio, si se le da poco uso al agua caliente y vives sólo o en pareja, un boiler de gas pequeño será más que suficiente.
Y por último, si bien es cierto que el uso es muy sencillo y seguro, procura que todas las instalaciones de gas de la casa estén en óptimas condiciones. De esta forma no te llevarás sorpresas de ningún tipo.