No es un secreto que nos encontramos en una era en la que hay tantos estímulos ocurriendo todo el tiempo que nos distraemos con suma facilidad
Por: Staff / La Voz
No es un secreto que nos encontramos en una era en la que hay tantos estímulos ocurriendo todo el tiempo que nos distraemos con suma facilidad, por lo que tener éxito en una mesa de poker no depende solo de nuestra lectura táctica ni de las matemáticas. De hecho, la auténtica ventaja competitiva reside en la mente.
Es aquí donde entra el concepto de "mindfulness" o atención plena, el cual se ha integrado de manera natural en la preparación de los profesionales, facilitando la gestión del estrés y el agotamiento mental que pueden ocasionar las largas sesiones de juego. Por ello, todos los interesados en obtener resultados más estables, deben aprender a "apagar" ese ruido externo y centrarse únicamente en lo que ocurre.
El anclaje antes de la sesión de juego
El jugador de poker debe tener una rutina que comience mucho antes de que se reparta la primera mano. Y es que el mindfulness no necesita que inviertas horas en meditación, sino más bien que realices ejercicios cortos de anclaje que prepararán a tu cerebro para ese estado de flujo. Un buen ejercicio es la respiración consciente durante unos 5 minutos. Para ello, te sientas en una posición cómoda, cierras los ojos y observas cómo el aire entra y abandona tu cuerpo. Esto reduce el cortisol, causante del estrés.
Si quieres aplicar las técnicas de enfoque, entonces debes contar con un entorno tecnológico que no genere esas fricciones innecesarias. Y una estupenda forma de lograrlo es haciendo uso de plataformas de poker online que ofrezcan un software sencillo de utilizar e intuitivo. Esto minimiza esas distracciones visuales innecesarias. De esta forma, aseguras que el estado de mindfulness se mantenga incluso ante esos retos tácticos de la mesa.
La gestión de las emociones durante el juego
La varianza es un gran desafío en el poker, pues podemos tomar decisiones inteligentes y correctas, pero, aún así, terminar perder una mano importante. Pero el mindfulness es importante incluso aquí, ya que, en lugar de reaccionar ante esta frustración, la atención plena nos permite observar las emociones sin ser presa de ellas. Y es que cuando sientes que tu corazón se acelera tras un mal resultado, tómate algunos segundos para reconocer y ser consciente de lo que sucede en ti y recupera el pensamiento lógico.
Es este autocontrol el que nos permite seguir apegados a un estilo de juego coherente a largo plazo. Lo más importante es nunca dejar de sentir emociones, pero evitar siempre que estas se apoderen de nuestras decisiones. El jugador que es consciente de que resultados pasados no deben influir en el presente, tiene una ventaja importante. Esta claridad mental permite ejecutar tareas con confianza y hasta abandonar una mano fuerte si la lectura indica que es lo más sensato.
La importancia de los micro-descansos para conservar la claridad a largo plazo
No se puede negar que la fatiga cognitiva es inevitable en esas sesiones largas. Y es que la mente humana, por diseño, no puede mantener la concentración intensa durante horas sin interrupciones. Por ello, es sumamente recomendable realizar micro-rutinas de mindfulness durante los descansos de cada hora. No revises el teléfono ni las redes sociales, pues pueden saturar más tu cerebro, lo mejor es que te alejes de pantallas, estires el cuerpo e identifiques puntos de tensión, como los hombros o el cuello, por ejemplo.
Son estos breves descansos y desconexión los que permiten al cerebro procesar la información recibida y también recuperar los niveles de dopamina de manera natural. Entonces podrás regresar a la mesa con una mente lista para identificar los detalles más sutiles en el comportamiento de tus oponentes y que, estando fatigado, podrías omitir. A largo plazo, el mindfulness crea una resistencia mental que separa a los ganadores del resto.
La importancia de la rutina post-sesión de juego
Es cierto que el inicio de la jornada de juego es importante, pero también lo es el cierre. Y es que son muchos los que cometen el error de finalizar la partida e irse a dormir o realizar otras actividades que pueden ser estresantes. Sin embargo, lo más inteligente y recomendado es una rutina de "descompresión" y que ayude a cerrar el ciclo mental del juego. Puedes escribir de forma breve algunas manos complejas o realizar un ejercicio de gratitud por las lecciones aprendidas. Lo importante es que ayudes a tu subconsciente a salir de ese estado de juego.
También es necesario entender que el poker no es un sprint, sino un maratón. Por ende, la integración de la atención plena en la vida diaria también terminará mejorando los resultados en la mesa de juego, pero también promueve una buena y sana relación con el juego. El mindfulness nos enseña muchas cosas, sobre todo la importancia de tomar decisiones con la mente clara y fría, sin ser presa de las emociones ni el estrés.