POR: ATILA
En pleno siglo veintiuno y las guerras económicas entre los pueblos siguen como hace un siglo.
México no se queda atrás y no se va a quedar ante la puntada del copete de estropajo de Donald Trump presidente de los Estados Unidos que al parecer no hace otra cosa más que perder el tiempo pensando como fregar al prójimo.
El asunto del incremento a los aranceles al acero y aluminio era algo que se veía venir y que por supuesto una vez aplicado tendrá respuesta de aquí para allá, porque por supuesto que no nos vamos a quedar con los brazos cruzados ya que en medio de la crisis tenemos dignidad y la vamos a defender.
Tambores de guerra se escuchan en el ámbito comercial internacional y eso es malo por lo que economistas que saben de estos asuntos recomiendan llevar a cabo una buena administración personal y familiar porque todo repercute.
Y hay algo de razón en ello, el aumento a los productos básicos rebasa el poder adquisitivo de la mayoría de los mexicanos, algo que deberían ver los presidenciables que a todas luces quieren hacerlos creer que son los indicados para sacar la perra del pozo cuando que la realidad es que eso dista mucho de ser verdad.
Una cosa que nos consuela es el hecho de que el país más poderoso del mundo no puede solo y que necesita de la mano de obra de humilde mexicano para equilibrar su economía y es por ahí por donde le vamos a pegar, sí señor.
El tema de los aranceles es algo delicado, por ese motivo y anticipadamente las empresas del ramo metal mecánico se están preparando para lo que viene, solo esperamos que no afecte a la base trabajadora y a sus familias porque entonces se vendría el debacle.
En fin que estamos para esperar lo que venga y encomendándonos a Dios a fin de que el trancazo no sea tan fuerte.
Y pasando a otra cosa diremos que los casos de niños abusados van en aumento, en pocas palabras ya están rebasando a las autoridades responsables para atenderlos porque suman por docenas.
Pero lo peor que se vive es la mano larga de los maestros que se aprovechan de los niños y las niñas para cometer semejantes aberraciones y que andan paseándose por las calles de sus pueblos como si nada.
No hay quien los controle lo que lleva a que el pueblo se indigne con lo que sucede y emprenda acciones como las de cerrar la escuela o bien impedir el acceso de los maestros hasta en tanto se aplique la justicia.
Es un tema demasiado delicado porque no se trata solamente de descubrirlo ya que hay casos que se quedan ocultos para siempre sino de que se aplique la ley en toda su magnitud porque estamos hablando de niños y eso no puede quedar impune.
Respetable son las reacciones de los padres de familia cuando saben que ocurren delitos de esta naturaleza por lo que las autoridades deben de tener mucho cuidado en el trato que se les da.
Estamos exactamente a cuatro domingos de que se lleve a cabo el proceso electoral, conforme pasan los días se definen las posturas y aclaran los candidatos.
El pueblo está perfilando por quien va a votar así que todo es cuestión de esperar.
No hay que hacer mucho caso a las encuestas esas que dicen quien va adelante y quien atrás o los empatados porque al final de cuentas solo son especulaciones que para nada sirven más que para destantear al pueblo que en este momento lo que necesita es que le aclaren las ideas en vez de abrumarlo más.
Está en manos de todos nosotros hacer que el futuro de México, nuestro país, sea mejor, en tanto tenemos tiempo más que suficiente para analizar las propuestas de cada uno.
Hasta Mañana.
