Las tiendas afirmaron que continuarán laborando, a pesar de la eliminación de las bolsas de plástico.
Los 290 adultos mayores, cuya sobrevivencia depende en parte de su actividad como empacadores de mandado, tienen garantizada su permanencia en los espacios que aún ofrecen los diferentes centros comerciales, pese a que entró en vigencia la ley para retirar las bolsas de plástico de estos establecimientos.
Gilbert Martelet García, coordinador de adulto mayor en el DIF municipal, sostuvo que el hecho de que ahora la bolsa de plástico esté restringida, esto no quiere decir que los abuelos pierdan su trabajo que lo hacen de manera voluntario, a cambio de lo cual reciben propinas de la clientela.
"Los abuelos empacadores seguirán siendo de mucha ayuda para los clientes, en las cajas ayudado a acomodar los artículos, pero ahora en las bolsas que ellos lleven o bien en los carritos, hasta sus automóviles", reiteró.
“La política de estas tiendas es que ellos continuarán trabajando bajo las mismas circunstancias; que se retiran las bolsas de plástico no quiere decir que se vaya a retirar del trabajo al empacador; van a seguir ahí, lo que pasa es que ahora van a tratar de impulsar la bolsa ecológica, pero nada cambia en cuanto al empacador voluntario”.
De acuerdo al coordinador del adulto mayor, son en total 10 centros comerciales, donde existe autorización y convenios de colaboración para que operen los empacadores voluntarios, sumando a la fecha 290 personas mayores de 60 años, estableció el funcionario.
Los adultos participan en esta actividad de forma voluntaria a cambio de propinas, aunque la mayoría cuentan con una pensión o tienen solvencia, además tienen servicios de seguridad social, requisito que es indispensable para que sean aceptados en los centros comerciales, con lo que evitan riesgos.