FRONTERA, COAH.- “Sé que mi profesión es peligrosa, pero todos los días, cada que salgo me encomiendo a la Virgen de Guadalupe para que me lleve y me traiga con bien y me permita salvar la vida de quienes están en riesgo a causa del fuego”.
Jacinto Javier Cruz Castillo, Comandante Interino del Honorable Cuerpo de Bomberos Frontera dijo que para él este año será diferente a los demás, ya que además de luchar con el fuego, han tenido que sortear al virus del covid-19, que hasta el momento ha contagiado a por lo menos dos compañeros.
Al escuchar la sirena lo primero que hago es ponerme mi equipo y encomendarme para que la Virgen de Guadalupe me permita ir y regresar con bien.
“Estamos muy contentos de festejar hoy el día del Bombero, lo de nosotros es una vocación peligrosa, todos los días salimos de nuestras casas con la firme convicción de salvar vidas, ya sea arrebatándolas de las garras del fuego e incluso en los accidentes automovilísticos en donde se solicita nuestro apoyo”.
Dijo que en su caso le nació el gusto por pertenecer a la corporación a los 13 años, y fue hasta los 18 cuando el Comandante de Monclova José Armando Tijerina le dio su primera oportunidad en el municipio de Monclova donde prestó sus servicios desde el año de 1987.
Explicó que en 2014 ingresó al cuerpo de Bomberos Frontera, donde ha tenido grandes enseñanzas y ha podido incluso llevar el gusto por esta honorable labor a los jóvenes, quienes de forma entusiasta ingresan al departamento con la intención de salvar vidas aún a costa de perder la suya.
“Esta profesión nos trae muchas satisfacciones, para mí el salvar una vida es el motivo de salir de mi casa todos los días, sé que es peligroso, mi familia siempre me ha apoyado y sé que por medio de sus oraciones, me permiten regresar a casa con bien con la alegría de haber servido a la comunidad”.
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Mencionó que cuando suena la sirena para solicitar su servicio en alguna continencia, de forma inmediata se pone su equipo de trabajo, se encomienda a la virgen de Guadalupe y sale a prestar auxilio a las personas que lo requieren, ya que para él el salvar una vida es un regalo que Dios le ha permitido realizar en diversas ocasiones.
“Siempre salgo y espero volver a mi casa, sé que el día que no regrese moriré haciendo lo que más amo que es atacar el fuego y salvar vidas, pero estoy seguro que dios me protege siempre y me permitirá seguir formando jóvenes que como yo ven en los bomberos héroes anónimos que todos los días acuden al llamado para servir a la comunidad”.