El ambiente periodístico está de luto con la lamentable pérdida de Armando Silvestre Rodríguez Boone “El Mazapán”, una muerte que conmocionó a la gente de la Región Centro y Desierto de Coahuila que acudieron ayer a su funeral para brindarle el último adiós.
Fue en la capilla de velación “Sagrado Corazón” en donde con profundo pesar se dieron cita los familiares, amigos y conocidos del periodista.
Un féretro rodeado de decenas de flores de todos los colores, políticos, organismos empresariales, funcionarios, deportistas, acudieron al lugar para acompañar a la familia y llevaron una ofrenda floral para quien en vida fue un buen amigo y un buen reportero que siempre estuvo al servicio de la comunidad.
Iván Alexander Rodríguez Morales, el segundo hijo de “El Mazapán”, comentó que desafortunadamente Dios decidió llevarse a su padre.
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Decenas de flores rodearon su féretro.
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Su familia lo recordará siempre por todo el amor y cariño que les brindó.
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Descanse en Paz Armando Rodríguez Boone.
“Se nos fue el señor de las letras como le decían muchos, ahora ya está con el señor, nosotros estamos felices porque mi papá ya no está sufriendo”, comentó.
Dijo que su padre les deja todo un gran legado de enseñanza, de orgullo, de ser hijo de un hombre conocido y querido por mucha gente, pero principalmente todo el amor, todo el trabajo y esfuerzo que hizo por su familia.
Estaba enfermo de diabetes, cirrosis que se le diagnosticó desde hace 8 años, todo ese tiempo Dios decidió que estuviera al lado de su familia para estar más unidos que nunca.
Los últimos días estuvo hospitalizado, hasta que el médico dijo que lo único que había que esperar era que Dios lo recibiera, por lo que la familia tomó la decisión de llevárselo a casa y esperar que Dios actuara pero que estuviera tranquilo durante los últimos días.
“El Mazapán” será recordado como una persona muy trabajadora, admirable, de orgullo, de respeto, conocido por muchismas personas, un hombre inteligente, respetuoso que hoy deja un profundo dolor en la gente que lo conoció, descanse en paz, Armando Rodríguez Boone.
