FRONTERA COAH.- El sacerdote Paulo Sánchez Valencia, titular de la Casa del Migrante en la Iglesia Verbo Encarnado, compartió recientemente detalles sobre la situación actual de los migrantes en México tras la visita del comisionado Estatal de Derechos Humanos a su refugio. Durante el encuentro, se discutieron los procesos de atención a migrantes y las dinámicas que han surgido en las últimas semanas.
Sánchez Valencia destacó que en la red conocida como zona norte, que incluye casas migrantes y diversas ayudas humanitarias desde Chiapas hasta el norte del país, se ha observado una tendencia preocupante: las caravanas están disminuyendo en número. La última caravana, que partió hacia San Luis Potosí, comenzó con alrededor de 5,000 personas, pero se redujo a 2,500 y posteriormente a 1,600. "Cuando llegan al norte, ya no llegan grandes cantidades", comentó el sacerdote.
En el refugio de Frontera Coahuila, se registró la llegada de cerca de 70 migrantes en una semana reciente; sin embargo, a partir de ese momento, el número ha caído drásticamente a un máximo de 35 personas. "Lo que estamos viendo y analizando es eso: no llegan fuertes a Coahuila porque hay grupos que deshacen por estrategias políticas entre México y Estados Unidos", explicó.
Sánchez Valencia también hizo hincapié en que las autoridades gubernamentales parecen estar enfocándose en desintegrar las caravanas para evitar que lleguen grupos grandes al norte del país, lo cual había sido una problemática significativa en meses anteriores en la frontera entre México y Estados Unidos. Muchos migrantes terminan quedándose en grandes ciudades como Ciudad de México y Monterrey, donde comunidades haitianas y venezolanas han comenzado a establecerse. En contraste, Guadalajara apenas presenta un flujo migratorio notable.
El sacerdote subrayó su interés por establecer un diálogo con el nuevo delegado nacional de migración para discutir estrategias y posibles reformas a las leyes migratorias. "Como iglesia no impedimos la migración ni estamos a favor de que vengan a nuestro país; sin embargo, abogamos por el libre tránsito y el respeto al tránsito libre", afirmó. Reconoció que muchos mexicanos también residen en Estados Unidos y enfatizó la importancia de tratar a todos los seres humanos con dignidad, especialmente a los niños.
Finalmente, Sánchez Valencia mencionó que la última gran caravana ocurrió el 24 de diciembre pasado con más de 5,000 migrantes viajando en tren. Aquella noche, la comunidad se unió para atenderlos durante una misa celebrada a las 9:00 p.m., proporcionando alimentos y apoyo a quienes llegaban. Desde entonces, las caravanas masivas han disminuido notablemente.
La situación actual llama a una reflexión profunda sobre cómo se manejan los flujos migratorios y el papel fundamental que juega la comunidad en brindar apoyo humanitario.
