FRONTERA COAH.- En un acto cargado de simbolismo y compromiso social, el alcalde Roberto Piña entregó formalmente los títulos de propiedad a más de 40 ciudadanos que adquirieron un lote en el nuevo panteón del Ejido Villa Frontera. La ceremonia, que se llevó a cabo en el salón de espejos del DIF municipal, marca un paso significativo y ahora se tienen este espacio público destinado al descanso eterno.
La entrega de los títulos se realizó a través de la regiduría del Bienestar, encabezada por Javier Chairez, y con el apoyo de la directora Jazmín Davis, quien ha liderado la promoción de estos lotes entre la comunidad.
Las familias que participaron en el evento mostraron un profundo agradecimiento al recibir la certeza jurídica de que cuentan con un lugar en el panteón municipal. Algunas de ellas optaron por adquirir hasta dos o tres lotes, anticipando la necesidad futura y asegurando un espacio digno para sus seres queridos.
Durante su intervención, el alcalde Piña subrayó la importancia de este proyecto para la comunidad. "Lo que ha ingresado por la venta de lotes asciende a 100 mil pesos", explicó. Sin embargo, destacó que el costo total de la obra, que incluye la construcción de la barda perimetral y otras infraestructuras del panteón, supera los 15 millones de pesos.
Los costos son muy accesibles y son conforme a lo aprobado por el Congreso del Estado en la Ley de Ingresos del año pasado.
El alcalde también aprovechó la ocasión para invitar a más ciudadanos a adquirir su lote en el panteón municipal, destacando la importancia de estar preparados para el momento en que deban partir de este mundo.
Este nuevo panteón se erige no solo como un espacio físico, sino como un símbolo del compromiso de la administración local con el bienestar y la dignidad de sus habitantes, incluso en el momento final de sus vidas. La iniciativa es una muestra más del esfuerzo por ofrecer a la comunidad de Frontera un lugar adecuado para despedir a sus seres queridos, con la certeza de que su memoria será preservada en un entorno de respeto y paz.
