FRONTERA COAH.- Luego del ataque que sufrió un alumno de la Secundaria Técnica #64 Netzahualcóyotl, Abraham Segundo González, director de Servicios Educativos en la Región Centro, informó que se ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y destacó la importancia de la intervención de los padres de familia en el fomento de valores.
El incidente ocurrió la tarde del pasado martes, cuando un estudiante fue agredido por tres jóvenes a cuatro cuadras del plantel educativo. Durante la riña, cuya causa aún se desconoce, la víctima recibió una herida en el brazo derecho provocada por una navaja. El alumno fue trasladado de inmediato a un hospital y se encuentra fuera de peligro.
Abraham Segundo González aseguró que el director de la secundaria siguió los protocolos establecidos al reportar el incidente a las autoridades. "Estamos en la etapa de investigación para determinar quiénes estuvieron involucrados. El alumno afectado pertenece a la escuela, pero no podemos asegurar si los agresores son también estudiantes del plantel o personas externas", mencionó.
1 / 2
2 / 2
Como parte de las medidas de seguridad, se evaluará la implementación del programa "Operación Mochila", aunque González subrayó que es fundamental que los padres de familia se involucren y supervisen qué llevan sus hijos en sus mochilas. "Se respeta siempre el derecho de padres y alumnos, pero es necesario que trabajemos juntos para prevenir este tipo de situaciones", agregó.
A pesar de que se cuenta con patrullajes y vigilancia en las inmediaciones de las escuelas, este tipo de incidentes resalta la necesidad de reforzar las medidas preventivas. "Es la primera vez que sucede algo así en este plantel. Se actuó conforme al protocolo y afortunadamente no pasó a mayores, pero debemos tomar precauciones para evitar futuros incidentes", afirmó el director de Servicios Educativos.
Finalmente, González reiteró que la prevención de estas situaciones comienza en casa, con el fomento de valores por parte de los padres hacia sus hijos, pues es crucial que los adolescentes aprendan a resolver conflictos sin recurrir a la violencia. En esta ocasión, afortunadamente no hubo consecuencias graves, pero nadie está exento de que algo similar vuelva a ocurrir.
