Frontera Coahuila se ha convertido en un punto de paso crucial para migrantes en su camino hacia Estados Unidos, registrando un alto flujo de personas que buscan refugio y asistencia. Durante las noches recientes, muchos migrantes han optado por descansar y dormir en el exterior del refugio ubicado en la Parroquia Verbo Encarnado, donde encuentran un poco de alivio en su arduo viaje.
La comunidad local ha respondido con generosidad al creciente número de migrantes. En la Parroquia, se ofrecen alimentos, atención médica y la oportunidad de descansar. Además, algunos migrantes tienen acceso a servicios básicos como duchas y ropa limpia, lo que les permite reponerse antes de continuar su camino hacia el norte. Esta ayuda es especialmente vital en un contexto donde las condiciones son duras y el viaje puede ser agotador.
El aumento en el flujo de migrantes se ha atribuido a la inminente toma de protesta de Donald Trump como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero. Se anticipa que su administración implementará medidas más severas para prevenir el ingreso ilegal de extranjeros, lo que ha llevado a muchos a apresurar su travesía.
Paulo Sánchez Valencia, líder católico a cargo del refugio, destacó la solidaridad de los ciudadanos y comerciantes locales. "La respuesta ha sido increíble. La gente se está uniendo para ayudar a alimentar a tantos migrantes que llegan aquí", comentó Sánchez Valencia. Esta colaboración comunitaria es fundamental para asegurar que los migrantes reciban el sustento necesario para continuar su viaje.
Un ejemplo palpable de esta solidaridad es la reciente donación realizada por los dueños del Pollo Ticks, quienes aportaron pollo y pan para alimentar a los migrantes. Este gesto no solo proporciona alimentos, sino que también ayuda a estabilizar a quienes se encuentran en una situación vulnerable mientras se preparan para continuar hacia Piedras Negras, ubicada a aproximadamente tres horas y media de Frontera.