FRONTERA COAH-.En el Día de Muertos, Norma Rodríguez, con el corazón aún herido, visitó la tumba de su hijo Juan Luis, quien falleció a los 36 años a causa del Covid-19. Acompañada por su esposo José Luis Cedillo y su nieta Ziara Cedillo, hija de Juan Luis, la familia se unió en un acto de amor y recuerdo, limpiando y adornando la tumba en el panteón municipal Dolores del municipio de Frontera.
Con lágrimas que recorrían las mejillas, Norma recordó a su hijo como un ser excepcional: "Era un buen hijo, un buen padre, un buen hermano y un gran amigo. Una persona buena y tranquila; no le gustaban los problemas". Su memoria se pinta con una sonrisa que iluminaba su rostro y una energía positiva que llenaba los espacios que ocupaba.
Juan Luis era de estatura mediana, con tez morena y siempre llevaba consigo una enorme sonrisa. Su esencia era tal que donde quiera que iba, dejaba un rastro de amor y alegría. Sin embargo, para Norma, el recuerdo también está marcado por la tristeza. Rememoró cómo fue ver a su hijo luchar contra el virus: "Fue muy difícil; al final solo nos lo dieron y ya... es muy duro", compartió entre sollozos.
La pérdida se hizo más palpable cuando Juan Luis falleció justo cuando la pandemia comenzaba a ceder. Trabajaba en una tienda de salchichonería, llevando consigo la calidez humana que lo caracterizaba. En cada fecha especial, su familia lo recuerda con amor profundo, especialmente en el Día de Muertos.
Norma encontró consuelo en su fe; forma parte de una comunidad cristiana que le ha brindado apoyo para seguir adelante. "Somos unas mamás escogidas por Dios, mamás mariposas. Frágiles pero fuertes al mismo tiempo. Entiendo lo difícil que es perder a un hijo; es una cruz que Dios nos manda, pero debemos encontrar la fuerza para salir adelante", reflexionó con esperanza.
Este Día de Muertos, la familia Rodríguez Cedillo no solo honra la memoria de Juan Luis. Celebran su vida y el amor eterno que siempre permanecerá en sus corazones.