FRONTERA COAH.- En lo que va del año, un total de ocho migrantes provenientes de África, Guatemala, Colombia, Venezuela y El Salvador han sufrido amputaciones tras ser arrollados por el tren en municipios de la Región Centro. Estas víctimas son atendidas en el Refugio Para el Migrante de la iglesia del Verbo Encarnado, bajo la dirección del padre Paulo Sánchez Valencia.
"Es irónico porque antes las autoridades nos impedían atender a migrantes, y ahora son ellas quienes nos llaman desde Migración y otras instituciones para que los recojamos en los hospitales. Actualmente, tenemos a ocho amputados por el tren", señaló el padre Paulo.
En un Foro de Migración realizado en San Angelo, Texas, se discutió el impacto del sistema de integración en Coahuila, destacando cómo los nexos económicos con Eagle Pass han afectado el flujo migratorio.
Actualmente, el refugio acoge entre 100 y 150 migrantes de manera esporádica. En mayo, recibieron los grupos más grandes, de entre 15 y 18 personas. Sin embargo, en meses posteriores, la afluencia ha disminuido a grupos de 2 a 4 individuos. En promedio, el refugio recibe a un amputado por mes; el caso más reciente en junio fue el de un joven guatemalteco de 20 años, amputado de su pie izquierdo.
El padre Paulo adelantó que se está contemplando la creación de una instancia que agilice y facilite el flujo migratorio. Esto incluiría solicitar a los familiares de los migrantes una carta de petición y gestionar, a través del Instituto Nacional de Migración (INM), el trámite de extradición para que las familias puedan recibir a los afectados.
El refugio no solo ofrece asistencia médica y material, sino también apoyo espiritual. Los migrantes participan en actividades organizadas por la licenciada Sarahi y su esposo Julio, quienes han desarrollado una agenda semanal con talleres, incluyendo uno de cocina próximo a iniciar. Durante los fines de semana, se realizan actividades recreativas y manuales, y las familias de la comunidad invitan a los migrantes a sus hogares para ofrecerles un respiro y apoyo emocional.
La situación en la Región Centro refleja la cruda realidad de los migrantes que buscan una mejor vida y encuentran en el camino peligros que les marcan para siempre.
