Desde hace mucho tiempo han sido educadores de cientos de niños pero el tiempo ha pasado y las cosas han tenido cambios verdaderamente drásticos que a consideración de estas maestras jubiladas, han mermado la educación.
La educación pública gratuita y obligatoria fue inventada en algún momento de la historia, desde siempre las y los maestros lo han sido por convicción y están en constante aprendizaje para enseñar, para preparar a los alumnos y hacer de ellos personas que puedan desarrollar conocimientos y habilidades en sociedad.
Alicia Domínguez Lara, Rosario Guadalupe Rivera, Blanca Lidia Villarreal de la Garza, son maestras en el municipio de San Buenaventura y se sentaron a platicar sobre el reglamento que un maestro tenía que respetar para desempeñar su labor, muy diferente a lo de hoy en día.
Se puede decir que hoy en día se demerita al maestro que día a día se encuentra con barreras para tener una buena formación pues ya no es suficiente con solo levantar la voz al alumno, con una mirada, con un regaño, con tres golpes en el pizarrón, nada de eso es suficiente en la actualidad.
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Durante mucho tiempo existió el papel del maestro tradicional el que regañaba fuerte, el que castigaba y que incluso llegó a agredir a sus alumnos con un reglazo en las manos.
Hoy en día los maestros siguen comprometidos con la formación humana pero los métodos son los que han cambiado, sin embargo mientras exista la vocación, se seguirán esforzando por que son generadores de hombres y mujeres de bien.
En la plática entre las maestras, mencionaron que hoy en día se requiere la exigencia del maestro antiguo porque ahora los jóvenes no conocen límites, antes la formación era estricta, rígida, con castigo pero no se trataba del reglazo, era el respeto que se tenía al maestro.
Hoy en día ya no existen los pizarrones verdes con los que escribían con gis, ahora se tienen pizarrones de plumón pero también tecnología que permite la conectividad de los alumnos y estar más allá de cuatro paredes en un salón.
Antes se tenía el apoyo del padre de familia que quería que su hijo tuviera los aprendizajes, supiera de disciplina y pudiera comportarse pero hoy en día pareciera que los padres de familia son los principales enemigos de los maestros y eso brinda cierto poder a sus hijos que a la hora de estar en las escuelas no respetan a su maestro o maestra.
Aun y con todos estos cambios, si hay algo de lo que Alicia Domínguez Lara, Rosario Guadalupe Rivera, Blanca Lidia Villarreal de la Garza, no se arrepienten, es de haber elegido una de las labores más desvalorada de la actualidad pero de las que mayores satisfacciones deja cuando ayudan en la educación de los profesionales del ahora, por eso y muchas cosas más, están orgullosas de ser maestras.
