Nava, Coah.- Tras la llegada de un grupo superior a 500 migrantes, el templo “La Casa de mi Padre” sobre la carretera 57, entre Allende y Nava, que sirve como refugio temporal, se vio rebasado en cupo y atenciones, requiriendo apoyo de voluntarios de la región.
El Pastor Santos Elías puntualizó que este grupo masivo de migrantes desbordo las posibilidades de atención del templo, ya que las instalaciones fueron insuficientes, obligando a algunos a dormir a la intemperie, antes de retomar su marcha rumbo a la frontera.
Señaló que una vez que estos continuaron su andar con destino a Piedras Negras y Acuña, dejaron atrás a 50 personas que siguen convalecientes, aún permanecen alojados en el templo, mismos que prefirieron esperar, ya que se encuentran en recuperación por casos de deshidratación y lesiones en sus pies al caminar hasta por tres días desde Monterrey, Nuevo León.