Ayer se llevó a cabo el sepelio del bombero Joaquín Cabrera, quien perdió la vida el pasado sábado durante los violentos hechos ocurridos en Villa Unión, en el enfrentamiento que ocurrió entre civiles armados y policías.
Al sepelio acudieron, además de sus familiares y sus hijos, corporaciones de Protección Civil y cuerpos de rescate de Piedras Negras, de la Carbonífera e incluso de la Región Centro para acompañarlo a su última morada.
Los elementos que se trasladaron hasta Villa Unión realizaron una guardia de honor, rodeando al ataúd donde reposa ahora el joven al que describieron como una persona entregada a su labor de rescatista, dejando siempre de lado el miedo con tal de salvar vidas humanas.
La emotiva ceremonia de despedida se realizó en la Capilla Municipal y los restos de Joaquín fueron trasladados al panteón municipal de Gigedo, donde al filo de las cinco de la tarde se hizo el pase de lista, contestando “presente” sus compañeros, con los que compartió el día a día de un trabajo que agradecía tener por el cariño que le tenía.
Las sirenas de las unidades que Joaquín siempre escuchó como un llamado a proteger la vida, le dieron ahora a él la despedida luego de su trágica muerte; misma que fue confirmada a sus familiares tras haberlo reportado desaparecido después del enfrentamiento.