Uno de los acusados de disparar contra la delegación centro del Fiscalía General del Estado, tiene una cuartada para deslindarse de las acusaciones que pesan sobre él, pues al momento de que se realizó el ataque él se encontraba dando un servicio de Uber para un negocio de su hermano.
Jorge Alejandro Collazo Ramírez, dijo que sus hermanos son Miguel Ángel y Luis Orlando, dos de los jóvenes acusados del ataque contra fiscalía.
Él aseguró que ese día su hermano estaba con él ya que conduce un Uber y se encarga de llevar a los trabajadores de Jorge a sus domicilios, por lo que no pudo haber participado en el atentado.
Jorge junto con su madre se presentaron este viernes en la audiencia inicial en donde la Fiscalía formuló los cargos.
Al terminarse la audiencia Jorge decidió hablar con los medios de comunicación para denunciar la intromisión de un reconocido abogado de la localidad.
Aseguró que nadie contrató los servicios del abogado, Miguel Ángel Reyna, quién se adjudicó la defensa.
Ahora lo culpan de haber permitido que sus hermanos fueran sometidos a la prueba de radizonato de sodio.
“El fue el que autorizó la prueba en ningún momento lo contratamos ni yo, ni mi papá, ni mi mamá, no sabemos quién lo puso” comentó Jorge Alejandro.
Dijo que su hermano además de conducir un Uber vende ropa de marca y confía en su inocencia, mientras que su otro hermano se dedica a la albañilería.