Argentem Creek, los nuevos dueños de Altos Hornos de México (AHMSA), está en negociaciones con un fondo de inversión en Estados Unidos para hacerse de hasta 1.000 millones de dólares y así reflotar a la acerera en Monclova, Coahuila, que tiene meses en estado de insolvencia. La firma estadounidense solicitó a tribu tradicional Kickapoo de Texas-México un crédito inicial de unos 200 millones de dólares con una meta prenegociada de más de 1.000 millones de dólares, detallaron fuentes cercanas a la negociación a EL PAÍS. “La tribu Kickapoo ha expresado su intención de participar en este proceso, debido a la importancia de AHMSA en el norte de México como fuente clave de empleo para el Estado y la región”, ha declarado por escrito Argentem Creek.
El fondo estadounidense precisa que las partes están negociando un acuerdo vinculante para que el financiamiento esté disponible para el propósito esencial de reiniciar las operaciones de AHMSA, con la intención de que su reactivación se convierta, junto con otros financiamientos, en la columna vertebral de la recuperación industrial de la empresa. Una vez que la tribu acceda a prestar estos recursos, el contrato debe ser avalado por un juez.
Argentem Creek advierte que el desafío para volver a encender las calderas en Monclova, Coahuila, es grande. “Durante varios años ha habido una mínima inversión de capital en AHMSA y sus minas; esta falta de inversión de capital ha creado un entorno operativo difícil para la empresa. Existe conciencia de que los empleados han soportado condiciones muy complicadas en los últimos meses como consecuencia de su compromiso con la empresa. La cooperación de los empleados, así como de los acreedores, proveedores y clientes, es crucial para preservar los activos de AHMSA como unidad económica y productiva y asegurar su viabilidad futura”, refieren los nuevos dueños.
La situación para los trabajadores que llevan semanas sin cobrar ha llegado al punto de estallido social. Bloqueos, marchas y protestas en las calles se han convertido en estampas habituales en las calles aledañas a una de las empresas insigne de Monclova, Coahuila. Con la generación de unos 17.000 empleos directos, durante más de ocho décadas la acerera ha sido el motor industrial en esa región. Sin embargo, desde hace un par de años, tras el encarcelamiento de su antiguo dueño, Alonso Ancira Elizondo —el llamado rey del acero mexicano— la firma ha venido a menos. En abril pasado, y en plena crisis económica, la familia Ancira Elizondo se hizo a un costado al frente de la compañía y el fondo Argentem Creek asumió las riendas de la empresa.
Aunque los precios internacionales del acero han empezado a recuperarse, después de una caída generalizada, la siderúrgica tiene meses con las máquinas al mínimo. La crisis de AHMSA se agravó en enero pasado, cuando ante las deudas millonarias y la falta de liquidez para el pago de electricidad, la compañía detuvo en seco la producción de acero. Tras suspender la extracción de mineral de hierro en Sierra Mojada, y frenar la producción de acero en las Plantas 1 y 2, la empresa se mantiene en mínimos.