SALTILLO, COAH.- La histórica empresa Altos Hornos de México (AHMSA) enfrenta un punto sin retorno, según el análisis de Antonio Serrano Camarena, Director del Centro de Estudios Socioeconómicos de Coahuila, quien considera que no existe una solución viable para rescatar a la siderúrgica.
"El estado de los activos es crítico. Todos están depreciados; no se ha hecho una renovación significativa en más de 25 años", afirmó Serrano.
El economista añadió que uno de los casos más representativos es el Horno 2, considerado el más moderno de la planta: "Al detener operaciones y quedar inactivo durante el conflicto laboral reciente, sufrió daños que lo han dejado inutilizable".
Serrano Camarena aseguró que cualquier intento de rescate tendría un costo aproximado de 2 mil 600 millones de dólares, cantidad que incluye deudas fiscales, obligaciones con el Gobierno Federal, salarios pendientes y pasivos laborales: "Iniciar con ese nivel de deuda más la inversión que se requiere para reactivar operaciones es, simplemente, inviable", subrayó.
Ante este panorama, el especialista propone un camino alternativo: cerrar el capítulo de AHMSA y comenzar desde cero con una nueva planta siderúrgica en Monclova.
"Aprovechar la experiencia del personal y fundar una nueva acerera sería más económico y eficiente, especialmente en un contexto donde se necesitan proveedores locales por los aranceles con Estados Unidos y la desglobalización del comercio", explicó.
Serrano también cuestionó la gestión financiera de AHMSA durante sus años de bonanza: "Cuando la empresa generaba utilidades, no contribuyó como debía con los gobiernos. A la larga, esos vicios fueron parte del colapso", señaló, refiriéndose a prácticas como salarios excesivamente altos que terminaron por hacer insostenible la operación.
Para él, la planta estaba condenada a cerrar, incluso sin el conflicto con el Gobierno Federal: "Era una estructura obsoleta. Tarde o temprano iba a colapsar, sólo era cuestión de tiempo", afirmó.
Como posible salida, Serrano sugiere vender lo que queda de la empresa como "fierro viejo" y usar esos recursos para cubrir los adeudos a empleados, proveedores y al fisco.
"El futuro no está en salvar a AHMSA, sino en pensar un nuevo modelo industrial para Monclova, más moderno, más sostenible y sin los errores del pasado", concluyó.