Para Norma Romo, abuela de la niña víctima de violación, ha sido un proceso doloroso, desgastante moral, psicológico y económicamente pero sigue luchando para que a la niña se le respeten sus derechos y no la expongan, ya que entregarla a la madre es regresar a la niña a que conviva con su padrastro, con su abusador.
Visiblemente agotada, con una mirada triste y una voz pausada, pidió a las autoridades estatales que analicen detenidamente los argumentos de su asesora jurídica Juanita Olalde Felipe.
“Tomen en cuenta que se trata de una vida que apenas empieza, que no la pueden exponer a reintegrarla a una situación de violencia”, comentó.
La abuela de la menor es madre de tres hijos y durante 40 años trabajó con adolescentes de educación secundaria por lo que para ella no es difícil hacerse cargo de su nieta de 7 años y de sus tres hermanitos que desde antes de que la niña fuera abusada sexualmente, ya vivían con ella.
Dijo que su nieta recibió atención psicológica y gracias a Dios está bien, con las implicaciones que lleva el haber vivido un acontecimiento traumático, pero se ha recuperado gracias a las terapias psicológicas que ella misma le pagó.
“Mi nieta es una niña que ama a su mamá, yo no sé qué pase por la cabeza de mi hija, la veo en las visitas supervisadas que tiene con la niña en CAIF y presentó un comprobante de que había recibido terapia psicológica”, comentó.
No sabe cuántas sesiones ha recibido pero no ha entablado conversación sobre este tema, ya que ella durante el proceso y el juicio oral, estuvo siempre del lado de la persona que provocó el daño en la niña.
Hizo un llamado a las autoridades, para que vean por la seguridad de la niña, para que se le respeten sus derechos humanos y no la expongan a más violencia, que regrese a convivir con su padrastro la tendría en constante riesgo.
