Monclova; Coah.-Una imagen lo dice todo: tierra suelta, charcos estancados, bloques de concreto apilados y obreros que avanzan entre el lodo bajo un cielo gris. Así luce actualmente el predio donde se construye el primer conjunto de Casas del Bienestar en Monclova, justo en la colonia Colinas de Santiago, considerada por años como uno de los sectores más inseguros y marginados de la ciudad.
El proyecto, que contempla 86 viviendas tipo octuplex con un valor de 550 mil pesos cada una, promete ser una opción digna para familias de escasos recursos. Pero los vecinos de la zona no comparten el entusiasmo. "¿De qué sirve una casa nueva si la vas a llenar de rejas y miedo desde el primer día?", comenta un habitante que pide no revelar su nombre por temor a represalias.
Ubicado a unos metros de las vías del tren y en un terreno donde el drenaje y la pavimentación brillan por su ausencia, el desarrollo habitacional enfrenta una dura realidad: la colonia no está lista para recibir un proyecto de este tipo sin una intervención profunda en temas de seguridad, salud, transporte y entorno urbano.
Construir viviendas no equivale a construir comunidad. Y en Colinas de Santiago —donde el consumo de drogas, los robos y el abandono institucional son parte del día a día—, el "bienestar" no puede surgir solo de muros nuevos, sino de estrategias integrales que aquí, simplemente, no se ven.
Mientras las autoridades presumen avances en infraestructura, lo que se percibe desde el terreno es otra cosa: una inversión millonaria aislada, sin conexión con el contexto ni con las necesidades reales de una colonia históricamente olvidada.