“¡Ay, ay, ay, ay! Canta y no llores, porque cantando se alegran cielito lindo los corazones…”
Todos nosotros alguna vez hemos canturreado esta estrofa de la melodía de “Cielito Lindo”, canción mexicana que ha dado y sigue dando vueltas al mundo entero.
“Ese lunar que tienes cielito lindo junto a la boca, no se lo des a nadie cielito lindo que a mí me toca”, pero pocos saben que el autor de esta obra es el maestro Quirino Mendoza y Cortés.
El autor de “Cielito Lindo” nació en Tulyehualco, Xochimilco el 10 de mayo de 1862 y dejó este mundo el 9 de noviembre de 1957 a los 95 años de edad.
Sus padres fueron Policarpio Fidel, un agricultor y organista de la iglesia y su madre Juana Cortes de la Rosa, hija del maestro de música Hilario Cortes, originario de natural de Jerez, Zacatecas, donde era reconocido como director de la Banda de zapadores y ostentaba el grado de Capitán.
Con estas dos influencias musicales, Quirino nació como se dice con la música en las venas y con ayuda de su padre aprendió a tocar la guitarra, el bandolón y el piano.
Fue un niño muy aplicado, hizo la primaria en Santiago, Tulyehualco delegación de Xochimilco, guiado por su padre y el cura de la iglesia que le enseñó los secretos del órgano.
Pronto dio pruebas del talento para componer y siendo casi niño escribió algunas obras musicales con temas religiosos.
Terminó su carrera de maestro y ejerció el magisterio en pequeñas poblaciones en la región, luego de un tiempo ausente de su pueblo natal regresó como maestro.
Quirino Mendoza tenía alma y corazón de poeta, se sabe que “Cielito Lindo” fue escrita durante uno de aquellos paseos por el cerro de Teuhitil.
Su vida no fue un lecho de rosas, la paz de sus días fue rota por los disparos de la Revolución y Quirino no dudó en participar.
En 1916 lo dejó todo y tomó el fusil, pero era músico y no había nacido para matar, así que acabó dirigiendo la Banda de Guerra de Puebla mientras componía canciones como “Jesusita en Chihuahua”, polka muy celebrada en el norte del país, también compuso “La Joaquinita”.
La canción de “Cielito Lindo”, se popularizó entre los soldados mexicanos en las primeras décadas del siglo 20, un tema para sus marchas que elevaba la moral de las tropas y en 1918 se convirtió en el himno oficial del estado de Tamaulipas.
A lo largo del último siglo, la canción ha sido interpretada por grandes figuras nacionales e internacionales como Tito Guízar, Pedro Infante, Pedro Vargas, Luciano Pavarotti y Plácido Domingo.
Trascendió fronteras al ser interpretada dentro de la película “Los Tres García” que protagonizaban Sara García, Pedro Infante, Abel Salazar y Manuel Mendoza.
Cuenta la historia, que ese lunar junto a la boca, si existió y era el de una joven mujer a la que el compositor enamoró e hizo su novia y después su esposa.
La verdad es que Quirino Mendoza no es autor de una sola canción, dejó un número considerable de valses entre los que destaca el titulado “Honor y Gloria”.
Tal ha sido la repercusión de la canción que en Alemania se ha dicho que un compositor alemán fue quien la creó.
También diversos musicólogos han sostenido que la letra no es original de Quirino Mendoza, sino que son extractos de cantos populares andaluces.
Según esta teoría la famosa “Sierra Morena” de la canción, sería la que se encuentra en Andalucía, pero Quirino si habría tenido la destreza de crear la pieza musical que ahora conocemos.
Fue profesor en el plantel Miguel Meneses que estuvo en las calles de Belisario Domínguez número 22, en la ciudad de México, empleo que perdió al cerrar el plantel y que lo llevó a sufrir bastantes apuros económicos.
Al morir, la suma de sus creaciones musicales se contabilizó en: 73 himnos, 102 canciones populares, pasos dobles, marchas a foxtrots, 57 cantos para jardín de niños, 50 huapangos y otras polkas, así como chotís y obras religiosas.
20 años después de haber partido de este mundo, tuvo un momento de gloria, gracias sin duda a Cielito Lindo.
Fue en 1977 cuando el gobierno del Distrito Federal decidió rendirle homenaje post mortem, trasladando sus restos mortales del panteón de Tulyehualco, al lote de los hombres ilustres de Xochimilco que se encuentran en Xilotepec.
Pocos saben también que, en 1919, Quirino Mendoza le compuso un himno al rey de España Alfonso treceavo, que presentó el 12 de octubre en el Palacio Real de Madrid.
En México varios estados rinden homenaje a esta canción colocándole el nombre a sus ciudades, tales como Cielito Lindo en Ensenada, Baja California, Cielito Lindo en Yucatán, Cielito Lindo en Veracruz, Cielito Lindo en Ciudad Valles San Luis potosí, otro municipio de Chiapas y uno más en ciudad Nezahualcóyotl del Estado de México.
Al margen de estos reconocimientos oficiales, Quirino Mendoza y Cortes siempre ha estado vivo y muy presente por más con muchos ignoren su nombre en las letras y notas de su canción inmortal.
Su canción también ha sido entonada por multitudes no solo en eventos deportivos, si no también seguida de desastres naturales como los terremotos de septiembre.
Cielito Lindo al parecer inexplicable como tal, tiene un mensaje de valor ante la adversidad y el reto.
En la frase “Canta y no llores, porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones”, es la frase que se escuchó entre los rescatistas del sismo del 19 de septiembre de manera espontánea.
Quirino quizá es la eternidad conectó con el espíritu de todos los mexicanos y mexicanas que, ante la adversidad y las lágrimas, sabemos reír y gritar de alegría.
Cielito Lindo es una de las canciones que después del Himno Nacional, nos une e identifica como mexicanos y mexicanas, canción con la que le bastó a Quirino Cortes para instalarse en la memoria de la historia de la música popular de México.
Con esa canción le enviamos un saludo a todos los mexicanos y mexicanas que estén en México o en algún lugar del mundo.
