Doce alumnos se han dado de baja de la Facultad de Metalurgia debido a que ahora fungen como el sustento de sus hogares y aunque la dirección les ofreció becas federales, los jóvenes las rechazaron con la esperanza retomar sus estudios de manera normal.
La directora Griselda Arreguín indicó que las bajas no se tenían previstas en anteriores ciclos escolares y como son una facultad de matrícula mediana, de solo 200 estudiantes, es un gran impacto.
La mayoría iba en tercer y quinto semestre de las carreras, tuvieron que encontrar trabajo para ayudar a sus papás, pero los diferentes turnos que hacían en las empresas no coincidían con sus horarios de clases.
“Cuando ellos toman la decisión hablamos con él, pude ver que se está viviendo una situación económica muy complicada y a pesar de darles opción de crédito o becas de inclusión para que solo pagaran 10 pesos la respuesta fue tajante, luego con qué comerán en su casa”.
La baja temporal no se puede definir, son los jóvenes los que regresen dentro de meses o años a la facultad como también está pasando en otras escuelas y universidades dentro de la misma Unidad Norte.
“No hay una reforma en el programa educativo para que ellos puedan retomar justo donde se quedaron, esos doce son muchos para el número de matrícula que tenemos”.
