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Coahuila

Delincuencia juvenil en México: Factores sociales y medidas de prevención

La ley penal para menores en Coahuila y la importancia de la prevención delitos juveniles desde el hogar y la comunidad.

Por Mónica Meza - 30 julio, 2025 - 10:19 a.m.
Delincuencia juvenil en México: Factores sociales y medidas de prevención

En Coahuila, adolescentes que cometen delitos graves como homicidio no pueden ser juzgados como adultos ni permanecer más de cinco años en internamiento. Tras el asesinato del fotógrafo Manolo Páez presuntamente a manos de un joven de 15 años, la sociedad exige justicia, pero ¿qué dice la ley y cómo podemos prevenir estos casos desde el hogar y la comunidad?

El último caso cometido en Monclova, no solo conmocionó a la sociedad, sino que también desató una ola de exigencias de justicia, castigo ejemplar y cuestionamientos sobre cómo se juzga a los adolescentes en México.

¿Por qué un menor que mata no recibe la misma condena que un adulto? ¿Qué tanto se considera su entorno familiar, emocional o educativo antes de emitir una sentencia?

Para responder estas preguntas y provocar una reflexión colectiva, se entrevistó a la licenciada Teresa de Jesús Heredia Ruiz, Defensora Pública Penal especializada en Justicia Para Adolescentes en la Región Centro de Coahuila, quien comparte con firmeza y sensibilidad cómo funciona este sistema legal, qué se está haciendo y qué nos falta como sociedad para evitar que los jóvenes lleguen al extremo de quitar una vida.

¿Qué establece la Ley de Justicia Penal para Adolescentes en Coahuila sobre menores que cometen delitos graves?

La ley garantiza que los adolescentes reciban un trato distinto al de los adultos, con base en sus derechos humanos. Tienen derecho a ser asistidos por un defensor especializado, no cualquier abogado, y a contar con el acompañamiento de un asesor legal de la PRONNIF. Además, pueden ser representados por un familiar. El proceso debe ser llevado por un juez y un ministerio público especializados en justicia para adolescentes.

¿Cuál es la principal diferencia entre el proceso penal para adultos y el de adolescentes?

Los adolescentes no pueden ser internados en centros penitenciarios para adultos. En Coahuila existen Centros de Internamiento Especializados, donde además de su sanción, se les brinda educación y atención psicológica como parte de su reinserción social. Al cumplir 18 años, su tratamiento continúa en espacios adecuados para jóvenes.

¿Qué otras diferencias hay en el proceso judicial?

Por ejemplo, el tiempo para que un menor sea puesto a disposición del juez es menor: 36 horas en lugar de 48. Además, no puede permanecer en espacios como el C4 junto con adultos.

¿Qué medidas cautelares puede recibir un adolescente acusado de homicidio?

Desde internamiento preventivo, solo si no hay otra medida menos restrictiva, hasta libertad vigilada, restricción de acercamiento a la víctima, programas terapéuticos u obligación de permanecer en casa. Incluso en delitos graves, la ley establece que el internamiento no puede exceder los cinco años.

¿Desde qué edad se puede imputar penalmente a un menor en México?

Desde los 12 años. Entre los 12 y 14 años solo se aplican medidas socioeducativas no privativas de libertad. A partir de los 14, sí pueden aplicarse sanciones más severas en casos graves, siempre bajo el principio de reintegración.

¿Cómo se determina si un menor debe ser internado o recibir otro tipo de sanción?

El Ministerio Público debe acreditar que el adolescente representa un riesgo para la víctima, testigos o la comunidad. Se evalúa su comportamiento posterior al delito y otros factores antes de decidir la medida más adecuada.

¿Qué tan efectiva ha sido la reinserción social de adolescentes en Coahuila?

Hay casos exitosos. Recientemente, un joven internado por robo agravado ha mostrado avances significativos gracias a la atención educativa y psicológica en el centro. No se trata de castigar por castigar, sino de ofrecerles oportunidades reales de cambio.

¿Qué factores sociales suelen estar presentes en estos casos?

Muchos provienen de hogares disfuncionales, con padres ausentes o en condiciones económicas difíciles. La falta de atención familiar, la exposición a drogas y malas compañías influyen fuertemente. Incluso, aspectos emocionales desde el embarazo pueden impactar en el desarrollo del adolescente.

¿Está preparada la sociedad para entender que un menor puede delinquir y aun así tener derechos?

A menudo no. La sociedad exige castigos sin entender que la ley protege derechos fundamentales. Hay quienes han sido acusados injustamente y absueltos gracias a una buena defensa. Necesitamos comprender que hay leyes específicas para adolescentes por razones de desarrollo y contexto.

Caso emblemático en Monclova: Javier "El Diablo"

La entrevistada recuerda el caso de Javier, quien asesinó a una niña de 11 años tras una vida marcada por abandono, adicciones y violencia. La sociedad se indignó por no juzgarlo como adulto, pero la ley no lo permite. "La ley es la ley", puntualizó.

¿Qué instituciones deben intervenir en estos casos?

La PRONNIF, la Defensoría Pública del Estado, el Ministerio Público especializado, y organismos como la Comisión de Derechos Humanos. Todos tienen la obligación de garantizar que el proceso sea justo y que se protejan los derechos del adolescente.

¿Qué nos falta como sociedad?

Nos falta involucrarnos más. Se necesita reforzar la educación, las actividades deportivas y culturales. La prevención comienza en casa. Como madre, puedo decir que soy la peor tal vez para mis hijas, pero no me importa sí de establecer reglas por su seguridad. Hay que corregir y apoyar antes y después de que ocurra una tragedia.

¿Qué es más peligroso: un menor que delinque o una sociedad que lo ignora?

Ignorarlo. Cada adolescente que comete un delito ha sido empujado por circunstancias dolorosas. Recuerdo a uno que llegó con brazos llenos de cortaduras; su "padre" le decía que lo hiciera. Eso nos muestra el nivel de abandono emocional que viven.

Apoyo gratuito para orientar a las familias

La mayoría de estos adolescentes tiene bajo nivel educativo y carencias afectivas. Como sociedad, debemos vigilar más de cerca, dialogar con nuestros hijos, saber con quién se relacionan. La Defensoría Pública cuenta con apoyo gratuito para orientar a las familias, la ubicación del Instituto Estatal de Defensoría Pública es en Avenida Deportiva #1500, frente al gimnasio Milo Martínez, Monclova, Coahuila.

CERRAR LOS OJOS NO ES JUSTICIA

La licenciada Teresa Heredia lanzó un llamado urgente: "La prevención no empieza en los tribunales, empieza en casa". Padres, madres y cuidadores deben volver a mirar a sus hijos, hablar con ellos, saber dónde están, qué hacen, con quién se relacionan. "Muchos de los adolescentes que hoy enfrentan un proceso penal alguna vez solo necesitaron atención, cariño, guía... y no la tuvieron", sentencia.

"Porque sí, un menor puede delinquir. Pero como sociedad, lo verdaderamente imperdonable es mirar hacia otro lado mientras eso pasa", concluyó la abogada.

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